(VOVWORLD) - Cuarenta y cinco años han transcurrido, pero las memorias del triunfo de la “Operación Hanói-Dien Bien Phu en el cielo” en 1972 aún permanecen vívidas en la mente del teniente general Nguyen Van Phiet, quien junto a sus camaradas derribaron decenas de aeronaves de guerra estadounidenses que violaban el espacio aéreo de la capital vietnamita, cuatro de ellos aviones estratégicos B52. A continuación, indagaremos esta gloriosa página de la historia vietnamita a través de las memorias de este héroe.
El ex jefe del Batallón 57, Nguyen Van Phiet (a la derecha) conversa con sus camaradas después del derribo de aviones B52 de Estados Unidos
(Foto de archivo)
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Nacido en 1938 en una familia campesina en la comuna de Tan Phuc, de la provincia norteña de Hung Yen, Nguyen Van Phiet se alistó en 1960 en la fuerza aérea. Cinco años más tarde, fue enviado a la ex Unión Soviética para entrenarse en artillería antiaérea. Regresó al país natal 9 meses después y fue asignado como oficial del Batallón 93, Regimiento 278. El 22 de octubre de 1966, Phiet y su unidad derribaron un avión estadounidense F-105 en el cielo del norte de Vietnam. En 1972, cuando era comandante del Batallón de Misiles 57, él y su equipo se las vieron con dos bombarderos B52 durante la noche del 20 al 21 de diciembre. Él relató: “Tenía solo tres misiles y planeaba disparar contra las tres oleadas de bombarderos estadounidenses sobrevolando en el cielo de Hanói. Cuando la primera entró en nuestra línea de visión, disparamos. La precisión de la toma fue 100% garantizada.”
Al lanzar el primer cohete, se rompió y luego, el segundo se disparó cuando un grupo de aviones B52 entró en un radio de alcance de 32 kilómetros. A las 5:09, fue derribado y se estrelló en el territorio de Laos. En la plataforma de lanzamiento, solo quedaba un cohete. Cuando el segundo bombardero llegó a 24 kilómetros, Nguyen Van Phiet ordenó disparar su último proyectil. Posteriormente, el objetivo cayó a las 5:19 en la colina de Nui Doi en el distrito suburbano de Soc Son. Como tal, en solo 10 minutos, este comandante hizo caer dos aviones B52. Al respecto, recordó: “Cuando los bombarderos fueron derribados y estallaron en llamas, el corresponsal Van Ban del periódico Nhan Dan (Pueblo), se dirigió al camión donde estaba el comando para informar sobre la victoria. Abrí la puerta y él gritó mi nombre, exclamando que mi equipo consiguió eliminar dos B52. Luego nos abrazábamos con alegría. Como tirador de misiles derribé diez aviones de guerra del Ejército norteamericano y cuando comandé el Batallón 57, mi tropa derribó el mismo número de aviones, incluidos cuatro B52.”
Los 12 días y 12 noches de diciembre de 1972 fueron los peores momentos para las fuerzas aéreas estadounidenses, cuyos bombarderos estratégicos B52 eran considerados “invencibles”.hasta entonces. Decenas de ellos fueron derribados por cohetes del Ejército vietnamita. En este triunfo, la contribución del Batallón 57 y su comandante, Nguyen Van Phiet fueron considerables. El coronel Vu Ngoc Hoang, comisionado político de la División Antiaérea 377, estimó: “El Batallón 57 fue la única unidad de tropas de misiles del país que hizo caer dos B52 en una misma noche. Es uno de los dos batallones que aniquilaron la mayoría de los bombarderos estadounidenses durante la Operación Hanoi-Dien Bien Phu en el cielo. Las experiencias de combate, la valentía y la determinación del teniente general Nguyen Van Phiet y sus subordinados son lecciones valiosas para nosotros”.
Gracias a sus logros sobresalientes, Nguyen Van Phiet recibió en 1973 el título “Héroe de las Fuerzas Armadas del Pueblo”, otorgado por el ex presidente Ton Duc Thang. Durante más de 40 años de carrera militar, desempeñó numerosas posiciones en el Ejército como comisionado político y comandante adjunto de la Fuerza Aérea de Vietnam. En 2003 Phiet se jubiló y creó el Centro Humanitario Hong Duc para cuidar a los hijos de sus excombatientes afectados por el agente naranja/dioxina y prepararlos un estable futuro a través de la formación profesional. A la edad de 80 años, este héroe aún desea continuar tan humanitaria labor hasta el final de su vida.