(VOVWORLD) - Cada vez que se hace referencia al presidente Ho Chi Minh, conocido popularmente como tío Ho, salen a relucir sus extraordinarias virtudes y su brillante ideario revolucionario. Pero, este líder histórico destaca además por su excelente quehacer diplomático, y su inestimable pensamiento ha quedado como un legado para la diplomacia moderna de la nación.
El presidente Ho Chi Minh (tercero a la izquierda) y la delegación del Movimiento Francés por la Paz en Vietnam, el 15 de marzo de 1955. (Foto de archivo: VNA) |
Hace aproximadamente 7 años, durante el 125 aniversario del natalicio del gran líder revolucionario vietnamita, el ex ministro de Relaciones Exteriores Pham Binh Minh, afirmó que el presidente Ho Chi Minh fue un diplomático destacado que sentó las bases de la diplomacia vietnamita moderna y la convirtió en un frente estratégico, al servicio de la liberación, la reunificación, la construcción y la defensa de la Patria.
Evidentemente, la prueba histórica ha demostrado que, en todas las circunstancias, incluso cuando el país fue amenazado por invasores extranjeros como por fuerzas enemigas internas, el ingenioso pensamiento diplomático del tío Ho guió a Vietnam a superar numerosas dificultades y desafíos en su lucha contra la pobreza y el colonialismo, y de esa manera, llevó al pueblo a la victoria final. Entre las lecciones que dejó, cabe mencionar las más conocidas, como “mirar con amplitud y reflexionar con cuidado” para conocerse a sí mismo, conocer a los demás y para no sorprenderse ante cualquier eventualidad, o “evitar a toda costa enfrentamientos y enemistades”.
El arte diplomático del gran líder revolucionario consiste en la capacidad de generar y aprovechar las oportunidades, para que estas lleguen a convencer, incluso a sus rivales, con la justicia, el comportamiento humanista, la honestidad y la ética.
La combinación armoniosa entre los valores tradicionales de Vietnam y la quintaesencia de la humanidad se ven reflejados en el estilo de Ho Chi Minh con respecto al tratamiento de los asuntos exteriores. Gracias a este estilo, el tío Ho ganó el respeto y la admiración no solo de las personas con las que se relacionaba, sino también de las generaciones posteriores, incluidos personajes destacados del panorama internacional.
El primer jefe de Gobierno de la India, Jawaharlal Neru honró las oportunidades que tuvo de encontrarse con el líder revolucionario de Vietnam, y aseguró que, es una gran figura de la historia de Asia y que, quien tenía el privilegio de reunirse con él, ampliaba sus conocimientos y se convertía en una persona más madura y cabal.
Mientras tanto, el investigador estadounidense David Halberstam señaló que la personalidad de Nguyen Ai Quoc (nombre adoptado por el presidente Ho Chi Minh durante su etapa revolucionaria en Francia) destila una sencillez y una delicadeza innata. Representaba una cultura, no europea, sino una que está por nacer en el futuro.
El profesor Hoang Chi Bao, uno de los estudiosos más conocidos sobre el presidente Ho Chi Minh en Vietnam. (Foto: Tran Vuong) |
Según el profesor Hoang Chi Bao, el estilo diplomático del tío Ho, nutrido en cultura y humanismo, y marcado por la sinceridad y a la vez la sutileza, ayudó al país a tener inmensos apoyos y recibir la solidaridad de los amigos internacionales en los tiempos más difíciles, y de esa manera aumentaron los recursos para la lucha por la independencia nacional. El investigador Chi Bao afirmó: “El presidente Ho Chi Minh siempre supo diferenciar entre los amigos y los enemigos, aprovechando el respaldo de los amigos y socios para aislar a los enemigos, potenciando así las fuerzas en beneficio del pueblo y de la revolución. La diplomacia de Ho Chi Minh es muy diversa, y abarca muchos sectores y ámbitos. A parte de sostener una firme postura frente a los enemigos del país, manejaba con la misma habilidad las relaciones con los compañeros de la red comunista, con los mismos compatriotas y los otros pueblos del mundo. Dondequiera que fuese, en cualquier circunstancia, y con cualquier sujeto, el tío Ho siempre actuaba con sinceridad, tolerancia, franqueza y honestidad, lo cual le permitió ganarse la confianza de los amigos internacionales y sus inapreciables ayudas, en favor de la guerra de resistencia del pueblo vietnamita".
A su vez, el exviceprimer ministro Vu Khoan, quien ocupó diversos cargos importantes en el servicio diplomático y trabajó como intérprete del presidente Ho Chi Minh en varias ocasiones, estimó que el tío Ho fue un gran maestro, no solo para él, sino también para la diplomacia nacional.
“Mientras más cerca estuve de nuestro presidente, mejor percibí la cercanía y la indulgencia con que trataba a los compatriotas. Su bondad me ayudó a superar las inquietudes y temores iniciales, para luego sentir un enorme respeto y admiración hacia él. El presidente Ho Chi Minh dejó valiosas lecciones en el manejo de la diplomacia, y una de ellas es la de entender, conocer la historia y dominar el idioma del país que uno representa. El presidente Ho Chi Minh es un gran maestro de la diplomacia entre los pueblos”, comentó Vu Khoan.
La ideología y los puntos de vista en la diplomacia de Ho Chi Minh son un legado invaluable, la base de la fortaleza y la clave para la implementación exitosa y efectiva de la política exterior del Partido Comunista de Vietnam durante sus distintas etapas revolucionarias. En la reciente Conferencia Nacional de Relaciones Exteriores, el secretario general del Partido, Nguyen Phu Trong, pronunció un discurso, donde reiteró el papel histórico y las contribuciones extremadamente valiosas del presidente Ho Chi Minh a la economía, la diplomacia, los asuntos exteriores y el proceso de integración y desarrollo de Vietnam. El líder político manifestó: “El presidente Ho Chi Minh fue quien sentó las bases y lideró directamente el desarrollo de la diplomacia revolucionaria de Vietnam. Los contenidos básicos del pensamiento diplomático de Ho Chi Minh tienen sus raíces en la filosofía y la tradición diplomática de nuestros antepasados. Fue el presidente Ho Chi Minh quien llevó esos valores a nuevas alturas, al combinar hábilmente el patriotismo, la cultura nacional y la tradición diplomática vietnamita con la quintaesencia cultural mundial y la experiencia diplomática de otros países. Por lo cual, mantuvo firmemente el objetivo de la independencia nacional, el espíritu de la paz y la amistad, utilizando la diplomacia para lidiar con los conflictos y asociándolo con la realidad del mundo, para integrar a Vietnam a la corriente contemporánea".
El secretario general del Partido, Nguyen Phu Trong, expresó su esperanza en que el sector diplomático y sus trabajadores sigan preservando y promoviendo la ideología, el estilo y las opiniones rectoras del presidente Ho Chi Minh sobre la diplomacia y los asuntos exteriores, para continuar aumentando las fuerzas internas y el apoyo internacional. Asimismo, insistió en la enseñanza del prócer de la Revolución de Vietnam en mantenerse “consistente en lo estratégico y flexible en lo táctico”, en el ejercicio de los servicios diplomáticos para poder hacerle frente a los desafíos con determinación, detectar los puntos comunes y aprovechar las oportunidades que se presenten para promover la cooperación con otros países y el desarrollo nacional en base a la protección de los intereses de la patria y el respeto al Derecho Internacional.