(VOVworld) – Luego de regresar al país en 2011 proveniente de Alemania y vivir 6 años de altibajos soñando labrarse el futuro, ella se convirtió en propietaria de la mayor granja de caballos blancos del país. Es Nguyen Thi Hang, conocida como la reina del corcel blanco. Ahora les presentaremos la historia de su vida, muy vinculada con la raza equina.

Llegamos un sábado a la granja de caballo Van An, situada en la orilla del río Rojo, en la comuna de Yen Mi, distrito de Thanh Tri, 12 kilómetros al suroeste de Hanoi. Eran las dos de la tarde, pero en la vasta y verde pradera de unas 7 hectáreas, no se veía ninguna figura humana, tampoco los caballos. Al adentrarnos más en el área, nos encontramos con una mujer, de talla pequeña, con aspectos austeros, que andaba entre establos, alimentando unos caballos totalmente blancos. Y descubrimos que es la propietaria de más de 100 de esas atractivas bestias, que representan una quinta parte de los del mismo género en todo Vietnam.

Pocas personas saben que antes de tener esta propiedad, Nguyen Thi Hang, nacida en 1959, en Hanoi, enfrentó muchas dificultades, incluso fracasos, en proyectos de ganadería. Contó que después de 10 años de vivir y trabajar en Alemania, retornó al país abrigando audaces proyectos. De 2004 a 2007, pidió licencia para 7 hectáreas de terrenos baldíos en Yen Mi, Thanh Tri, en las afueras de Hanoi, para instalar una empresa productora y suministradora de piensos en el Norte del país y una granja de aves y ganados. Sin embargo, el comienzo fue calamitoso: cayó en quiebra.“Al principio, criaba en esta granja especies aviares, porcinas y bovinas. Sin embargo, durante años, mis negocios en lugar de ganancias dejaron pérdidas. Estaba muy perpleja y no sabía qué hacer. Un día, vi pasar un caballo y esa imagen me sugirió la idea de criar caballos, para elaborar ungüentos a partir de sus huesos como un remedio, muy apreciado en nuestro país”, recordó Hang.

Hang propuso su idea a la Asociación de Veterinaria de Vietnam y luego de obtener autorización, reunió todo lo que tenía de dinero y pidió préstamos a amigos para materializar el proyecto. Con más de 100 millones de dong en mano (cerca de 5 mil dólares), fue a las provincias de Lang Son, Cao Bang y Thai Nguyen, para comprar 20 cabezas de la raza equina con el gen dominante blanco. Pero entonces pensó, 20 caballos en 7 hectáreas era un desperdicio, la valiente mujer se fue hasta el Tibet, para comprar otros 20. Al referirse a esta raza, Hang dijo: “El caballo blanco del Tibet, al igual que el de Vietnam, es diferente de las otras razas equinas. Un caballo con pelaje blanco, pero ojos oscuros, morro y órgano genital negros, no es caballo blanco verdadero. Los potros blancos de raza pura se caracterizan por una piel completamente blanca, y ojos, morro y genitales rosados.”

Según la medicina tradicional, el ungüento del caballo blanco es un preciado medicamento, solo después del obtenido del hueso de tigre. El experto en medicina tradicional, Tran Kim Quang, en el número 51 de la calle Lan Ong, en Hanoi, destacó: “El caballo blanco tiene muchas utilidades, particularmente su hueso puede consumirse para reforzar los pulmones y riñones, además de la estructura ósea del ser humano.”

En pos de estos beneficios, a parte de dedicarse a multiplicar la fuente genética del caballo blanco, la granja de Van An selecciona los viejos y sin capacidad reproductiva para procesar alimentos nutritivos o elaborar el ungüento. Sus productos se han posicionado en el mercado. La propietaria de Van An también invirtió en la producción de una harina especial, abundante en calcio, para niños desnutridos y personas que padecen osteoporosis, y también jarabe de pulmón de caballo para aliviar síndromes respiratorios.   

Al aplicar un método adecuado de cría, y persistir en sus sueños, Nguyen Thi Hang ha desarrollado en su granja una población equina de hasta 100 cabezas. Su granja es considerada como el primer modelo exitoso de cría de caballo blanco en Vietnam. La empresaria dijo: “En una extensión de 7 hectáreas, no se puede ampliar mucho la cría. Trato de mantener la dimensión actual de 100 caballos blancos pero elevando más su calidad. Eliminamos gradualmente los de reducido tamaño y baja calidad para reforzar la manada, en pos de suministrar mejores pies de raza a los criadores.”

Con una energía inagotable y extraordinaria voluntad, Nguyen Thi Hang no solo levantó fortuna desde la ruina, con una granja que da ingresos mensuales de cientos de millones de dong, sino que contribuye a preservar la escasa fuente de genes del potro blanco dominante, en peligro de extinción.