(VOVworld) - Ubicada en el callejón Linh Quang, barrio de Van Chuong, distrito de Dong Da, Hanoi, en los últimos años, la casa del profesor Tran Duyen Hai se ha convertido en el lugar de residencia, estudio y trabajo de numerosos niños desafortunados y discapacitados. Durante más de 30 años ha dedicado el tiempo, dinero y fuerza para ayudarles a disfrutar de una vida más significativa.

Cuando era profesor de oficios del sector comercial, Hai frecuentaba el lago de Hoan Kiem (espada restituida) y observaba a los niños acostados en la acera o los que pedían limosna y robaban por hambre. Les ayudó y dio de comer. Entonces se dio cuenta de que en la sociedad había numerosas personas deplorables y no podía dejar pasar por alto esta situación. En l982 pidió que se le permitiera jubilarse para hacer trabajos caritativos y vivir con los menores en desgracia. Al principio, él y sus amigos les enseñaron la confección de ropas. En el 200l la casa del profesor Hai fue reconocida como “Centro de enseñanza de oficios y creación de trabajos humanitarios de los niños discapacitados de Vietnam.” Aquí él colgó pancartas concernientes a las enseñanzas del presidente Ho Chi Minh y éstas le ayudaron a superar las dificultades. Se imbuye de la ideología y moral del líder vietnamita y persevera en dar sus aportes a la sociedad con un corazón más desinteresado. “El retrato y la enseñanza del presidente Ho Chi Minh de que no hay ningún trabajo difícil me dieron más fuerza y determinación para hacer realidad su idea. La jornada de actividades políticas según la ideología de Ho Chi Minh es un buen trabajo. Si no cumpliera su enseñanza en los últimos más de 30 años, no habría logrado éxitos como el día de hoy”, dijo Hai.

Después de resolver el problema de alojamiento para los desamparados, Hai buscó profesores para darles clases y firmó contratos con las empresas de confección textil para elevar sus ingresos. Cada año el centro recibe a l00 niños de situación difícil. Hai continuó: “La enseñanza de oficios para l00 niños cada año ayuda al Estado a disminuir un presupuesto no tan pequeño, pero lo más importante consiste en que los discapacitados tienen empleos y se sienten útiles, aliviando las dificultades de sus familias”.

El segundo piso del centro se dedica a la confección de trajes de boda y la unión de los abalorios. En el calor sofocante del verano, Tran Thi Hai Ly, una desafortunada de la provincia de Phu Tho, escucha música y agujerea atentamente las cuentecillas de vidrio. En los últimos 25 años esta joven estuvo sola en la casa. Después fue presentada por personas conocidas al centro del profesor Hai para estudiar. Tras 3 meses Ly domina bien el oficio y tiene ingresos. “Anteriormente no pensaba que podía aprender un oficio para ganarme la vida. Gracias a la ayuda de los profesores y amigos puedo trabajar y logro un millón de dong al mes. Cuando estoy en la casa, me siento muy triste por mis defectos físicos, ya que todos mis amigos saludables pueden trabajar. Al incorporarme con los amigos en la misma situación que yo en este centro me entusiasmo mucho”, comentó Ly.

Dinh Giao Linh de 20 años de edad de la provincia de Hoa Binh, que sufre defectos en los pies, se liga al centro desde hace 2 años. Ahora, tiene empleo e ingreso para vivir. Dijo que gracias a la llegada temprana al centro del profesor Hai su vida es más significativa. “Aunque soy discapacitado, puedo hacer trabajos de personas normales. El ambiente del centro es bastante bueno para que pueda desarrollar mi capacidad. El profesor Hai es como mi segundo padre y me atiende más que mi madre. Además, se comporta como nuestro amigo”, dijo Giao Linh.

Este año, Hai tiene cerca de 80 años de edad y su salud no es muy buena, pero se preocupa aún por los desamparados. Ha presenciado la superación de sus dificultades y felicidad. La mayoría de los formados aquí encuentran trabajos y sus seres amados. Dice en broma que este lugar puede ser el último tren para transportar a los pasajeros especiales y este viejo maestro es el que lo conduce al triunfo.