(VOVWORLD) - El pueblo de Hua Tat es una nueva plaza del turismo comunitario en la provincia norteña de Son La, donde los visitantes han sido seducidos por las peculiaridades culturales de la etnia Mong. Uno de sus pobladores, Trang A Chu, ha prosperado considerablemente gracias a esa nueva modalidad turística que beneficia a la comunidad sin que el entorno pierda su belleza primitiva natural.
Trang A Chu (segundo a la i.) y turistas extranjeros. (Foto: VOV) |
Homestay A Chu es un complejo de casas y bungalós sobre el agua. Su propietario fue en 2014 el primero en Hua Tat en dedicar parte de sus tierras a la construcción de una gran casa sobre pilotes para turistas. Una de las cosas que tuvo en cuenta entonces fue la cercanía de la casa cultural y el estadio de la localidad, que también se levantan en terrenos que le pertenecen. A Chu recordó: “Antes realizaba un trabajo muy precario. Tocaba una flauta llamada zampoña, una habilidad que me permitía conectar con los demás. Entonces, aprendí a cocinar y comencé a trabajar para el turismo. Muy pronto, el negocio creció, así que pedí a los vecinos que vinieran y me echaran una mano”.
Inicialmente, A Chu tuvo dificultades para que el proyecto fuera aceptado por la comunidad. Afortunadamente para él, fue respaldado por varias agencias de viajes que querían explotar las ventajas de esa modalidad turística y encontraron en él un intermediario dinámico y eficiente. Pero ningún apoyo mayor que el que recibe de su esposa, Hang A Sua, quien compartió: “Comenzamos este proyecto sin pensarlo demasiado. Pero bastante rápido tuvimos que pedir dinero prestado porque había muchos gastos. Por supuesto, teníamos un poco de miedo de acumular una gran deuda, pero finalmente todo resultó bien.”
El "Homestay" de A Chu por la noche. (Foto: VOV) |
La casa de huéspedes de A Chu se distingue por su autenticidad: la casa es típica de la cultura Mong. La única concesión que hizo a la modernidad fue el bar, situado en el piso de abajo y donde los turistas pueden refrescarse mientras admiran una vista impresionante del pueblo.
Pero también pueden contar con la bienvenida y el talento de la ama de casa A Sua, que lo tiene todo en cuenta, desde la cocina hasta las cinco o seis chicas contratadas para ayudarlos. Una de ellas, Trang Thi Du, dijo: “Puedo conocer a mucha gente aquí, y me abre los ojos, especialmente sobre los matrimonios precoces. Tengo amigos que apenas tienen trece años y ya están casados. No quiero que me pase lo mismo. Prefiero ir a la escuela y trabajar aquí.”
En A Chu, los turistas pueden descubrir la vida cotidiana de los Mong, participando en la cosecha de albaricoques o participando en juegos tradicionales. Sus anfitriones a menudo organizan intercambios culturales y artísticos con los jóvenes del pueblo.
- “Esta es una casa de huéspedes que presenta todos los estándares de las casas de huéspedes en Asia-Pacífico. En lo tocante a gastronomía, es impecable”.
- “Me siento muy bien aquí. Todo es hermoso: las habitaciones, las terrazas... Volveré, creo que sí.”
La Organización Mundial del Turismo incluyó al "homestay" de A Chu como un lugar de referencia en el ecoturismo de Vietnam. A él le complace ser tomado como modelo, por supuesto, pero lo ve solo como un deber y se siente inmensamente feliz de que el negocio funcione tan bien, para beneficio propio y de su querido pueblo.