(VOVworld) – “Quiero mezclarme con la naturaleza y me gusta la sencillez e ingenuidad. Mientras menos personas me reconozcan será mejor para mí. Me fascina esta tierra de miles de flores y la cultura de los K´Ho.” Realmente entre decenas de empleados pocas personas pueden distinguir al músico Van Tuan Anh, dueño de la aldea titulada “Cu Lan” (Inocente) donde se conservan huellas culturales de los K´Ho.

Cuando era joven Van Tuan Anh abandonó su tierra natal de Hoi An y llegó a Ciudad Ho Chi Minh para practicar distintos oficios. Al dejar los estudios, vendió artículos electrónicos y después se dedicó al negocio inmobiliario. Gracias a esto acumuló un capital bastante sustancioso y alquiló varias residencias. Pese a llevar una vida confortable en el año 2000 en un recorrido por la ciudad altiplana de Da Lat no se sintió aburrido por los bosques y aldeas de los K´Ho. Entonces se dio cuenta de que esta tierra se adecuaba totalmente con su alma. Invirtió todo su caudal en la compra de terrenos desiertos para construir un villorrio hermoso, romántico, tranquilo y lleno de rasgos culturales de los K´Ho. En el proceso de implementación del proyecto recibió la ayuda fervorosa de la administración local. Tuan Anh dijo: “No podría hacer nada si no aprendiera de los lugareños. Incluso ellos me ayudaron en el levantamiento del árbol del Tet (Fiesta tradicional del Año Nuevo Lunar) o en la construcción de la casa comunal. Los autóctonos me suministraron datos y participaron en los programas de intercambio cultural con los visitantes.”

En los últimos dos años, Tuan Anh convirtió más de 5 mil metros cuadrados de las más de 27 hectáreas de tierra en el distrito de Lac Duong en un lugar de reposo confortable, pero manteniendo el entorno virgen. El resto fue dedicado a la recuperación de bosques y flores silvestres, devolviendo el espacio real a fiestas maravillosas como la “Ninh Nong”. Dio a conocer que en marzo, después de procesar el Arroz Madre los habitantes de Tay Nguyen (Meseta Occidental) siguieron al patriarca a una selva virgen para vivir. Emplean hojas y cortezas de árboles para hacer taparrabos, cazan animales silvestres, pescan con bambúes, usan piedras para hacer fuego y cargan agua en trozos de bambú. Permanecen en el bosque de l5 a 30 días y después regresan a su villorrio. Tuan Anh continuó: “Así, durante un año los K´Ho llevaron la vida habitual en ll meses y dedicaron un mes a su origen en el llamado Mes de Ninh Nong. Este hábito se perdió hace unos 40 o 50 años. Investigué datos y quiero recuperarlo en el bosque de la aldea Cu Lan. La festividad se compone de las actividades de la vida cotidiana y la producción donde los visitantes podrán experimentar durante 24 horas, cosas interesantes, incluso la cultura culinaria de los habitantes de la Altiplanicie Occidental.”

En el calor sofocante de verano el hombre de pequeña estatura Van Tuan Anh trabaja junto a sus empleados en la recepción de visitantes, servicio a los clientes o el arreglo de piezas evocadoras del pasado. Estas pueden ser campanillas de viento, bolsas de brocados y caretas de madera hechas por los K´Ho.

En el Festival de flores de Da Lat 20l3, la organización UNESCO Vietnam anunció que la aldea Cu Lan es uno de los l0 destinos que alcanzaron los estándares: “Cultura y Turismo de Vietnam” con el recorrido designado “Da Lat no está en los barrios” ofrecido por la provincia de Lam Dong a decenas de miles de viajeros. Ahora, con la llegada de numerosos excursionistas al poblado “Inocente” para contemplar su paisaje pintoresco y mezclarse en la naturaleza, Tuan Anh está más ocupado. Sin embargo, no se reconoce a sí mismo como negociante de turismo, sino de memorias. En su visión, el fomento del turismo comunitario es un negocio de hermosas memorias. Si los visitantes regresan a su casa con imágenes maravillosas, filmes atractivos e impresiones interesantes para compartir con sus amigos, esto significa que el inversionista ha triunfado.

Tuan Anh se siente rejuvenecido al descubrir la naturaleza silvestre y comprender la cultura de las etnias de Tay Nguyen. Por su amor a lo hermoso, el autor de bellos cantos como “Sombra de la madre”, “Amor del mar” y “Como no me has amado” nunca olvida la música aunque esté muy ocupado por el trabajo en el poblado Cu Lan. Y su creación musical titulada “Corazón de Cu Lan” con armonías fuertes y palabras sencillas resuena eternamente en los inmensos bosques de pinos verdes donde vive un compositor que abandonó la ciudad para mezclarse con la naturaleza.