(VOVworld) – La tragedia del hundimiento del barco cerca de la isla de Lampedusa ha demostrado que se necesita una política europea de inmigración global en la que el control de las fronteras externas sea solo uno de sus elementos. Así lo consideró el canciller de Bélgica, Didier Reynders en un comunicado emitido el 5 de octubre. El también viceprimer ministro belga subrayó que la Unión Europea debe evitar que estas tragedias se repitan, combatiendo más duramente las redes criminales que explotan la angustia de los migrantes, desarrollando programas que permitan mejorar las condiciones de vida de las regiones de origen y reforzando su diálogo y la cooperación con los países de origen y de tránsito”.

El naufragio frente a la isla Lampedusa, la más grande de las islas del archipiélago de las Pelagias en el mar Mediterráneo se produjo el 4 de octubre cuando el motor de la barcaza con 500 inmigrantes clandestinos a bordo, dejó de funcionar y la nave comenzó a hundirse. Hasta el momento, los servicios de socorro solo lograron rescatar a 155 indocumentados, por lo que algunos medios de prensa europeos consideran este suceso como la mayor tragedia de la inmigración en años.