En un comunicado emitido el 19 de septiembre, Guterres, dijo que “los compromisos reflejados en la declaración conjunta incluyen importantes medidas de fomento de la confianza militar y el compromiso de Corea del Norte de destruir el lugar de pruebas de motores de misiles con la presencia de expertos de los países involucrados. Es hora de actuar”.

Además, propuso la asistencia de la ONU para promover los esfuerzos por convertir la península de Corea en una zona libre de armas nucleares, a la vez que pidió la unidad entre las potencias mundiales.

El líder norcoreano Kim Jong-un (i.) y el presidente surcoreano Moon Jae-in logran un acuerdo importante para la paz en la península coreana (Foto: Yonhap/VNA)

El mismo día, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio la bienvenida a dicha cumbre entre los líderes de las dos partes coreanas, destacando el gran progreso con Corea del Norte en algunos temas, incluida la desnuclearización. En una declaración ante la prensa en la Casa Blanca, Trump valoró de “positivo” el acuerdo alcanzado entre Kim Jong-un y Moon Jae-in, en el cual Pyongyang dijo que demolería completamente sus instalaciones de misiles importantes con la presencia de expertos extranjeros.

Mientras, el Kremlin emitió un comunicado expresando su apoyo al dicho acuerdo, considerándolo un paso efectivo hacia una solución política. A su vez, el presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Duma Estatal de Rusia, Leonid Slutsky, señaló que este resultado es un avance importante y “un gran paso hacia la paz” en la península coreana.

Entretanto, el gobierno chino también expresó su apoyo a este hito, diciendo que contribuye a crear una conciencia común sobre la desnuclearización y otras cuestiones importantes. En declaraciones a los periodistas el 19 de septiembre, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Geng Shuang, señaló que a través de la tercera cumbre, Seúl  y Pyongyang alcanzaron un “nuevo punto común importante” sobre la mejora de las relaciones bilaterales, la reducción de la escalada militar y la desnuclearización de la península de Corea. Hizo hincapié en que Beijing acoge con satisfacción dicho consenso y aprecia los esfuerzos de ambas partes.

El mismo día, el gobierno japonés también expresó la esperanza de que este resultado ayudará a desnuclearizar “por completo” el país norcoreano. En una conferencia de prensa en Tokio, el secretario del gabinete japonés, Yoshihide Suga, dijo: “Lo más importante es que el acuerdo alcanzado en la cumbre entre Estados Unidos y China, que incluye el compromiso de Pyongyang de desnuclearización total, se implementará de manera integral y rápida”. Tokio continuará trabajando estrechamente con Washington y Seúl en las cuestiones relacionadas con Corea del Norte.

Por su parte, el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in hizo un llamamiento a las dos Coreas a poner fin a los 70 años de hostilidad y trazar un nuevo camino de paz. Moon Jae-in hizo tal declaración en el primer discurso de un líder surcoreano ante el pueblo norcoreano con motivo de la ceremonia de clausura de un importante evento deportivo en el Estadio May Day en Pyongyang. “Sugiero que pongamos fin por completo a 70 años de hostilidad y demos un gran paso hacia la paz para convertirnos en un pueblo unido”, dijo Moon.