La capital tailandesa, Bangkok, situada a más de 1.000 km del epicentro, anunció la muerte de 10 personas, la mayoría trabajadores enterrados bajo los escombros de un edificio en construcción que se vino abajo a causa del temblor.

Rescatistas buscan sobrevivientes bajo un edificio derrumbado en Naypyidaw, la capital de Myanmar, el 29 de marzo. (Foto: AP)

Frente a los desafíos en el rescate y la atención médica y general para los ciudadanos afectados, las naciones amigas y vecinas están enviando, con rapidez, la ayuda de fuerzas, financiación y suministros para el país birmano.

China proveyó el 29 de marzo un equipo de rescate de 82 personas y comprometió 100 millones de yuanes (un equivalente de 13,8 millones de dólares) en ayuda humanitaria de emergencia, con las distribuciones que saldrán a partir del 31 de marzo.

El mismo día, Hong Kong (de China) envió 51 rescatistas, dos perros rastreadores y 9 toneladas de equipos a Myanmar. India también envió un equipo de rescatistas y médicos en un vuelo. El Ministro de Asuntos Exteriores indio, Subrahmanyam Jaishankar, dijo que el avión de transporte militar C-130 transportaba incluyendo kits de higiene, mantas, alimentos y otros suministros esenciales.

Una mujer es rescatada de los escombros de un edificio colapsado en Mandalay la tarde del 29 de marzo, más de 24 horas después de que un terremoto de magnitud 7,7 sacudiera Myanmar. (Foto: AFP)

La Organización Mundial de la Salud (OMS) está movilizando el centro logístico de Dubái (EAU) para la preparación de suministros médicos de urgencia para las víctimas del temblor; mientras la Unión Europea (UE) anunció una Respuesta a Emergencias de 2,5 millones de euros (2,7 millones de dólares). Otros países como Malasia, Corea del Sur y Nueva Zelanda han anunciado su apoyo con personal y suministros esenciales para Myanmar.