Surcoreanos miran por televisión en la estación de tren de Seúl (Corea del Sur) sobre el lanzamiento de prueba de un misil de Corea del Norte, el 25 de septiembre. (Foto: AFP/VNA)

“Nuestros militares reforzaron la vigilancia y la supervisión, y mantienen un estado de máxima preparación en estrecha coordinación con Estados Unidos”, declaró en un comunicado el Estado Mayor Conjunto surcoreano.

El mismo día, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos condenó los lanzamientos, considerándolos como una violación de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y una amenaza a los vecinos. Washington llamó a Pyongyang a volver a la mesa de negociaciones y reafirmó su compromiso de defender a sus aliados, Corea del Sur y Japón.

Este lanzamiento tiene lugar apenas unos días después de su última prueba y antes de una visita de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris a Corea del Sur, programada para este fin de semana.