(VOVworld) – Tras cerca de un año y medio, la escalada de violencia en Siria está “erosionando” todos los esfuerzos por la paz y puede empujar a ese país a una guerra civil sangrienta y prolongada, pese a la presencia de los observadores de la ONU. Después del rezo musulmán el viernes, manifestaciones contra el Gobierno del presidente Bashar al-Assad se desataron en la localidad de Waer, próxima al punto candente de Homs y otras ciudades norteñas de Aleppo y Latakia, tierra natal de Al-Assad.

Entretanto, Occidente continúa presionando a la administración de Bashar al-Assad. La Unión Europea prohibió exportar a Siria artículos de lujo y de doble uso a partir del 17 de junio. Países occidentales aún mantienen discrepancias fuertes sobre la solución de la crisis siria. Francia está considerando otras medidas en reemplazo del plan de paz diseñado por el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Anan, y puede enviar a los rebeldes sirios equipos de telecomunicaciones. Rusia rechazó la información de que ese país discute con otras naciones sobre el traspaso político en Damasco, incluso la dimisión del presidente Bashar al-Assad./.