(VOVWORLD) - Los bomberos cubanos, persistentes en extinguir el incendio en un depósito de petróleo que consumió cuatro de los ocho tanques, intentaron el martes evitar la propagación del fuego y se prepararon para esparcir grandes cantidades de espuma extintora.
Un helicóptero arroja agua sobre el gigantesco incendio de Matanzas en Cuba (Foto: AFP/TTXVN) |
Cuatro helicópteros volaron en círculos para arrojar agua en medio del aceite en llamas para despejar el camino a favor de los bomberos en el suelo. El espeso humo negro seguía limitando la visibilidad de los pilotos asistidos por drones.
Entretanto, unos 17 aviones en total, 13 de México y 4 de Venezuela, que transportaban especialistas en extinción de incendios aterrizaron en el balneario de Varadero, a 40 kilómetros al noreste de Matanzas.
Según un último informe, un bombero murió y otros 14 están desaparecidos, mientras 22 personas siguen hospitalizadas, incluidas cinco en estado crítico.
El desastre comenzó la noche del viernes de la semana pasada cuando un rayo cayó sobre un tanque en el depósito ubicado en Matanzas, a 100 kilómetros al este de La Habana, que contenía 26.000 metros cúbicos de crudo, o cerca del 50% de su capacidad máxima.
Explosiones y llamas de varias decenas de metros de altura extendieron el fuego a los otros tres tanques que contenían hasta 52 millones de litros de crudo.