(VOVWORLD) - La cumbre sobre la Amazonía concluyó en Belém, Brasil, con un llamado a los países ricos para que reconozcan su responsabilidad histórica en la destrucción del medio ambiente.
Una sesión de la cumbre sobre la Amazonía en Belém, Brasil. |
Durante la sesión plenaria del evento, el presidente anfitrión Luiz Inácio Lula da Silva, denunció el consumo excesivo de los países desarrollados, que ha provocado la destrucción de los recursos naturales del planeta.
Lula exigió a los Estados ricos que inviertan más dinero para proteger la Amazonía y otras selvas tropicales.
Durante las dos jornadas de la cumbre, los participantes también denunciaron que los estados industrializados no cumplen la entrega de los 100 mil millones de dólares anuales de financiación climática prometidos a los países en desarrollo.
A su vez, Venezuela y Bolivia advierten de bases militares estadounidenses y europeas en las selvas peruanas, colombianas y brasileñas, y las calificaron como una amenaza para el medio ambiente y la biodiversidad de la Amazonía.
La cumbre en Belém fue el primer paso hacia una posición común de los países que albergan bosques tropicales, de cara a la cumbre climática de la COP28, que se celebrará este año, en los Emiratos Árabes Unidos.