Kimberly Cheatle anuncia su decisión de dimitir, el 23 de julio. (Foto: Reuters)

Cheatle enfrentó la presión bipartidista estadounidense que le pedía su dimisión, después de que un hombre armado de 20 años hiriera al candidato presidencial republicano durante un mitin el 13 de julio en Pensilvania.

En una audiencia ante el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos este lunes, Cheatle admitió que no haber podido impedir el intento de asesinato de Trump en la campaña electoral del pasado 13 de julio fue un “fallo operativo más significativo del Servicio Secreto en décadas”. Muchos congresistas republicanos y algunos demócratas le pidieron que dimitiera. Sin embargo, en ese momento, Cheatle rechazó su renuncia y enfatizó que ella "es la persona más adecuada para dirigir el Servicio Secreto en este momento".

Según las fuentes, el subdirector del Servicio Secreto de Estados Unidos, Ronald Rowe, ha sido nombrado de manera interina en sustitución de Cheatle.