(VOVworld) - En su discurso ante Asamblea General de las Naciones Unidas, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, reafirmó la disposición de su país a la búsqueda de soluciones para las diferencias con Estados Unidos mediante diálogos respetuosos y la colaboración en aspectos de interés mutuo.
El ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, afirma que Cuba
no dejará de luchar por la independencia y soberanía de la patria
En la sesión del 28 de octubre, para votar la Resolución titulada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington a Cuba” que su gobierno presenta a la ONU anualmente, el canciller subrayó que Cuba nunca ha sido una amenaza para la seguridad de Estados Unidos y por el contrario está dispuesto a recibir a estadounidenses. Señaló, además, que políticos, intelectuales y empresarios de Estados Unidos abogan por la normalización de relaciones con La Habana.
Reiteró que Cuba está abierta a establecer una relación respetuosa que se base en las leyes internacionales y la carta de la ONU. El ministro cubano opinó que la eliminación del bloqueo contra Cuba sería un acto que el mundo aplaudiría y tendría una influencia positiva para la paz y la voluntad de resolver diferencias a través de diálogos.
El mismo día, 188 de 193 países miembros de la Asamblea General de Naciones Unidas votaron a favor de una resolución que condena el bloqueo económico financiero que Estados Unidos viene aplicando contra Cuba a lo largo de las últimas cinco décadas. Se trata de la vigésima tercera vez consecutiva que la mayoría de los miembros de la ONU manifiestan su respaldo a la resolución sobre “La necesidad de suspender el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba”, presentado anualmente por el gobierno del país antillano. El resultado de la votación reveló que sólo Estados Unidos e Israel votaron en contra de esta resolución, mientras pequeños estados del Pacífico del Sur como Palau, Marshall y Micronesia se abstuvieron.
Aunque las decisiones de la Asamblea General de la ONU no son vinculantes reflejan el estado de opinión de los integrantes de la más importante organización mundial sobre los temas candentes, y Washington no se siente obligada a suspender sus criticada medidas contra La Habana.
La política anticubana de la Casa Blanca no sólo confronta impugnaciones internacionales. Una encuesta realizada en febrero reveló que hasta el 56 por ciento de los estadounidenses apoyan una normalización de relaciones de Estados Unidos con Cuba. En Florida, estado que cuenta con la mayor comunidad de residentes cubanos, la tasa de partidarios de un cambio de actitud hacia Cuba se cifra en hasta un 63 por ciento.