(VOVWORLD) - El gobierno cubano publicó un informe anual sobre los daños causados por el bloqueo de Estados Unidos a la nación insular en el que el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, afirmó que la economía de la mayor de las Antillas podría crecer hasta un 9 % en 2022 si no fuera por esa hostil política, en lugar del 1,8%, según los datos oficiales.
Calles de La Habana, Cuba. (Foto: Xinhua/VNA) |
El líder de la diplomacia cubana afirmó que cálculos “rigurosos y conservadores” muestran que su país perdió un estimado de 4,867 mil millones de dólares entre el 1 de marzo de 2022 y el 28 de febrero de 2023 debido a las sanciones de Washington.
Según las estadísticas cubanas, las pérdidas acumuladas durante los más de 60 años de política hostil de Estados Unidos hacia la isla caribeña ascendieron a 159 mil millones de dólares, o 1337 mil millones de dólares si se calculan según el valor del oro.
En declaraciones a la prensa, Bruno Rodríguez enfatizó que la administración del presidente Joe Biden ha aplicado estrictamente la política de “máxima presión y estrangulamiento” impulsada por su predecesor Donald Trump y, como resultado, ha registrado más de 900 “acciones discriminatorias” por parte de bancos internacionales contra entidades cubanas.
Se estimó que el sector de la salud cubano perdió 80 millones de dólares en 2022 y la industria turística 1089 millones de dólares, mientras que las pérdidas en la esfera agrícola alcanzaron los 273 millones de dólares y los de la producción eléctrica 239 millones de dólares.
De esta manera, Cuba presentará a principios de noviembre ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, por 31.ª vez un proyecto de resolución contra la política unilateral de la Casa Blanca.
Durante todos esos años Cuba ha recibido un apoyo abrumador de la comunidad internacional. Sin embargo, la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas sólo tiene valor político y no es vinculante.
En 1962 el presidente estadounidense John F. Kennedy utilizó la llamada Ley de Comercio con el Enemigo, aprobada por el Congreso en 1917, para implementar un bloqueo económico a Cuba, tras una serie de decisiones ejecutivas tomadas por su predecesor, el presidente Dwight Eisenhower, que la aplicó en 1959.
Esta ley permite a los inquilinos de la Casa Blanca imponer y mantener restricciones económicas a países considerados hostiles, imponer sanciones económicas en tiempos de guerra o emergencias nacionales a otros territorios, y prohibir el comercio con enemigos o aliados de enemigos en conflictos armados.
Cuba es la única nación que hasta la fecha sigue siendo sancionada por Estados Unidos en virtud de la mencionada ley.