(VOVworld) – Nuevos choques entre manifestantes y policía antidisturbios se registraron en varias provincias egipcias. El primero de febrero, los manifestantes arrojaron piedras, petardos y bombas incendiarias contra el palacio presidencial en El Cairo. El ministerio egipcio del Interior había desplegado cinco vehículos blindados y lanzó gases lacrimógenos y agua para dispersar a los manifestantes. Estos tumultos costaron la vida de un joven e hirieron a otras 68 personas.

El mismo día, en Alejandría, Suez y Port Said, decenas de miles de personas marcharon exigiendo la renuncia del Presidente Mohammed Mursi y el levantamiento del estado de emergencia.