Con anterioridad, el Ejército sudanés decretó el estado de emergencia durante tres meses y un toque de queda que se extenderá un mes. Mientras, el ministro de Defensa afirmó que un consejo militar gobernará el país durante 2 años de transición hasta la celebración de las elecciones generales.

Ante la complicada situación, el secretario general de la ONU, António Guterres instó a la calma y la máxima contención y expresó su deseo de que “las aspiraciones democráticas del pueblo sudanés sean satisfechas a través de un proceso de transición apropiado e inclusivo”.

Entretanto, la Unión Africana reiteró que la toma del poder que realizaron los militares en Sudán no era el mejor camino para enfrentar la situación en el país. Además, hizo un llamamiento a la calma y la protección de los derechos humanos de la población y la propiedad privada.

Mientras, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov indicó que los acontecimientos en Sudán son exclusivamente un asunto interno de ese territorio. Sin embargo, expresó la esperanza de que Rusia y Sudán mantengan sus relaciones en cualquier circunstancia.

Por su parte, el Gobierno de Egipto expresó su total confianza en la capacidad del pueblo sudanés y su leal Ejército nacional para superar esta fase crítica y sus desafíos a fin de satisfacer las aspiraciones de la gente. Asimismo, instó a la comunidad internacional a respaldar la elección del pueblo sudanés en aras de lograr una transición pacífica para "un futuro mejor".