En un hecho relacionado, un grupo de unos mil manifestantes antigubernamentales irrumpió las instalaciones del cuartel general del Ejército de Tailandia para pedir apoyo de los militares. Ante la situación, el general Prayuth Chan-Ocha, jefe de Estado Mayor, afirmó que el Ejército protegerá a los civiles si estalla la violencia. Pero llamó a todas las partes involucradas a respetar la legislación y evitar las actividades que causarían las divisiones internas en el país.

Mientras tanto, la premier Yingluck descartó el mismo día convocar elecciones anticipadas y calificó de "muy sensible" la situación en su país.