El presidente francés, Emmanuel Macron (c), visita la escena del incendio (Foto: The Local)

Según los bomberos, las llaman consumieron en menos de una hora las tres cuartas partes de los techos, pero pudieron ser salvadas las dos torres principales de la fachada principal. Dijeron que la estructura exterior, incluida la fachada principal, con sus dos torres, se salvaría. Mientras, las llamas aún surgían de las entrañas del templo, por lo que los daños serán incalculables.

El presidente Emmanuel Macron visitó la escena e intentó llevar tranquilidad a la población. Al lamentar el colapso de la obra, considerada un emblema histórico y cultural de París, señaló: “Envío primero mis condolencias a los católicos franceses y también en el resto del mundo. En esta Semana Santa, percibo su pena. Estamos aquí, siempre a su lado. Notre Dame es de todos los franceses. Es una gran pérdida para nosotros. La alcaldesa parisina estuvo presente en los primeros momentos del incendio. Comprendo su dolor, dolor común de los capitalinos.”

El mandatario prometió que la catedral será reconstruida por los arquitectos más prestigiosos de dentro y fuera del país. Mientras, el Fondo de Patrimonios de Francia realizó una recaudación a nivel nacional. Se prevé que tardaría muchos años recuperar esta antigua estructura con un capital de 150 millones de euros.

Las fuerzas de seguridad descartaron temporalmente móviles terroristas en el siniestro. Sin embargo, la Fiscalía de París abrió una investigación sobre las causas e incluso citó a los obreros que estaban restaurando Notre Dame.

La catedral de Notre Dame es uno de los edificios más antiguos construidos en estilo gótico. Su edificación comenzó en 1163 y terminó en 1345. Es uno de los monumentos más populares de la capital francesa y atraje de 12 a 14 millones de turistas cada año.