Foto ilustrativa: VNA

 Según el análisis de Peter Girke, jefe de la Oficina representativa de la KAS en Hanói, hay muchos factores que ayudan al país indochino a mantener un índice bajo de contagiados por el coronavirus. Entre ellos, el más importante radica en sus reacciones prontas y drásticas, resaltó. Especificó que desde la aparición del brote, las autoridades vietnamitas decretaron cerrar las escuelas, primero en las ciudades estratégicas y luego en el resto del país, interrumpir los eventos y actividades que agrupan a mucha gente, reforzar la vigilancia en los puestos fronterizos, y suspender el permiso de entrada al país de los ciudadanos chinos. Las fuerzas militares, en coordinación con las sanitarias, son vanguardistas en esta batalla, añadió.

A principios de marzo, Vietnam canceló la exención de visado a los ciudadanos europeos y a partir del día 21 de ese mes, las personas que entran en este territorio deben estar en cuarentena obligatoria durante 14 días en las zonas concentradas de aislamiento. En el contexto de que la mayoría de los nuevos infectados son repatriados y foráneos, el gobierno de Hanói prohíbe las aglomeraciones de más de 10 personas, así como pide llevar mascarillas en las calles, restringir la salida de casa y castigar estrictamente a los ciudadanos que transmiten informaciones falsas sobre la epidemia. Empero, no ha aplicado ampliamente ninguna orden de toque de queda.