(VOVworld) – El 13 de agosto fue otro día sangriento en Irak, con nuevos atentados violentos que cobraron 13 vidas. El ataque más mortífero del día ocurrió a mediodía en Bagdad, la capital, cuando explotó un coche bomba, dejando un saldo de 4 muertos y 14 heridos. En la provincia de Salaheddine, en el Norte del país, un militar, un combatiente anti Al Qaeda y 2 civiles murieron en dos atentados. Funcionarios de sanidad y seguridad iraquíes informaron que 3 policías fallecieron en el lugar en un ataque con coche bomba en la provincia de Kirkuk. El mismo día, en la provincia de Niniveh, los irregulares hicieron una emboscada en la cual mataron a un soldado desmovilizado y a un civil.

Mientras tanto, el gran oleoducto que enlaza el Norte de Irak con el puerto Ceyhan de Turquía fue blanco de ataques, lo cual interrumpe la exportación de petróleo. Se prevé que la reparación de las tuberías demorará de uno a tres días. Estos actos violentos sucedieron solo un día después de un sangriento atentado en una cafetería en Balad, 180 kilómetros al norte de la capital, donde 24 personas resultaron muertas y otras 60 heridas.