En el primer día de trabajo, las deliberaciones se centraron en el aumento de los gastos para defensa y el compartimiento de cargas financieras entre los estados integrantes. De acuerdo con datos divulgados por la organización, Estados Unidos asume el 70% de los gastos militares del bloque en 2018, unos 706 mil millones de dólares del total de un billón de dólares aportados por todos los 23 países miembros. Este miércoles se aprobó una Declaración Conjunta sobre el tema, según la cual los líderes de Gobierno y Estado se comprometieron a aumentar los presupuestos propios destinados a defensa. Al respecto, Washington pidió un incremento del 4% del Producto Interno Bruto de sus aliados.

En cuanto al tema de Corea del Norte, los delegados reafirmaron su apoyo a la desnuclearización completa, verificable e irreversible en la península coreana.

En relación con Medio Oriente, expresaron sus preocupaciones ante las “actividades desestabilizadoras” de Irán en la región y el aumento de sus ensayos de misiles, así como ante el alcance y la precisión de esas armas.

En torno a Rusia, coincidieron en que las recientes actividades rusas disminuyen la estabilidad y la seguridad, al tiempo que aumentan la imprevisibilidad de la situación mundial.

Esta cita de la OTAN reúne hasta el 12 de julio a 54 delegados oficiales de los 29 países miembros y 20 asociados, así como a representantes de algunas organizaciones internacionales como la ONU, la Unión Europea y el Banco Mundial. 

El mismo día, los países miembros de la OTAN decidieron extender el apoyo financiero al Ejército afgano hasta 2024. En un comunicado emitido en la conferencia, reafirmaron su compromiso de garantizar la seguridad y la estabilidad a largo plazo en esta nación surasiática, así como pidieron a los socios trabajar más estrechamente a fin de luchar contra el terrorismo, mejorar las condiciones para el desarrollo económico y apoyar los esfuerzos del Gobierno de Kabul por la paz y la reconciliación.

También alentaron a Pakistán, Irán y Rusia a contribuir a la estabilidad de la región, apoyando plenamente el proceso de paz en este territorio.

La situación sociopolítica y de seguridad de Afganistán sigue siendo inestable debido a la rebelión de militantes, incluidos los talibanes y los yihadistas del grupo proclamado Estado Islámico.

El programa de apoyo de la OTAN, lanzado en 2015 con más de 13.000 efectivos, tiene por objetivo entrenar y asesorar a las fuerzas de seguridad afganas en la lucha contra el terrorismo y el surgimiento de rebeldes hostiles.