La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen. (Foto: Xinhua/VNA)

En un documento publicado al final de la cita de 16 horas, participantes identificaron el aumento de la inmigración ilegal como un desafío para Europa, que requiere una respuesta global en todo el continente. 

Por lo tanto, pidieron a la Comisión Europea (CE) que "movilice de inmediato fondos sustanciales de la UE" para fortalecer las fronteras exteriores del bloque y aumentar su capacidad de proteger y consolidar su infraestructura, incluidos equipos e instalaciones de vigilancia aérea.

También en la reunión los delegados llegaron a un acuerdo sobre un "principio", según el cual un país miembro puede usar un fallo judicial en otro Estado miembro para deportar a inmigrantes ilegales que regresan al país de origen. Esto ayudará a evitar que los migrantes vayan a otro país a buscar asilo después de haber sido rechazados por el primero, alegaron.

Asimismo, acordaron "aumentar el uso de conceptos de países seguros", allanando así el camino para el establecimiento de una lista común de todo el bloque.