El presidente ruso, Vladimir Putin, en la conferencia de prensa anual (Foto: AFP/VNA)

En referencia a la situación interna de esa nación, Putin aseguró que quiere un sistema político y económico “competitivo”. Durante los últimos 6 años, la economía rusa alcanzó más del 90% de los objetivos trazados en los decretos publicados en 2012. El ocupante del Kremlin insistió en que pese a las sanciones de Occidente y la reducción del precio del petróleo, su país cumplió las metas económicas del año. El Producto Interno Bruto aumentó en 1,6%, colocando a Rusia en la primera línea sobre las exportaciones de cereales en el mundo. Además, la inflación registró una disminución record y el déficit presupuestario sólo representó el 2,2%.

El mandatario ruso inició su discurso sobre los asuntos internacionales, dirigiéndose a las relaciones con Estados Unidos. Mostró su confianza en la mejora de estos vínculos, puesto que superando las diferencias binacionales, el presidente estadounidense, Donald Trump, abogó por reanimar la cooperación bilateral.   

En referencia al problema norcoreano, Putin aseguró que no reconoce el estatus como un Estado nuclear auto-declarado por ese país. Además, destacó que los nexos entre Rusia y Ucrania resultan muy fructíferos. Respecto a China, exaltó la cooperación económica entre ambos.

Además, dijo que da mucha prioridad a los temas relativos al restablecimiento de Siria, especialmente a los refugiados. Con este motivo, reafirmó el respaldo de Moscú a la unificación de Irak.