(VOVworld) – Este 12 de septiembre, más de mil 500 millones de musulmanes en todo el mundo celebran el Eid al-Adha, o la Fiesta del Sacrificio, para conmemorar la disposición del profeta Abraham de sacrificar a su hijo Ismail, por orden de Dios. El festejo también marca el fin de la peregrinación a La Meca, tierra sagrada para el mundo islámico.

Esta festividad de cuatro días de duración es una de las dos jornadas más sagradas para los musulmanes.  

En Egipto, los creyentes, que representan el 95% de la población nacional de 91 millones, compraron alimentos necesarios y ropas nuevas para toda la familia en aras de festejar el Eid al-Adha.

En las naciones aún preñadas de dificultades por prolongados conflictos internos como Siria, Yemen y Libia, también reina el ambiente festivo. En Damasco, capital de Siria, se nota la animación en los mercados y las tiendas desde hace días. El Eid al-Adha coincide con la aprobación de un nuevo alto el fuego, facilitando la gestión de las actividades humanitarias en las zonas más asoladas por la guerra, especialmente en la ciudad de Alepo.