Manifestantes palestinos en la Franja de Gaza, el 14 de mayo (Foto: Reuters)

Los enfrentamientos sangrientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad israelíes estallaron en la frontera, cobrando la vida de al menos 58 palestinos e hiriendo a más de otros 2.400, según informaron las autoridades sanitarias locales.

El presidente palestino, Mahmoud Abbas, declaró tres días de luto nacional para recordar a las víctimas y condenar tajantemente la acción de Israel, calificándola de cruel para sus ciudadanos inocentes. Aseguró también que Washington “ya no es un mediador en Medio Oriente”. Mientras, el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina, Saeb Erekat, dijo que las autoridades palestinas decidieron denunciar a Israel ante la Corte Penal Internacional por sus violaciones relacionadas con la construcción de los asentamientos judíos en Jerusalén.

Entretanto, el primer ministro turco, Binali Yildirim, catalogó el último ataque israelí contra los manifestantes palestinos como una matanza y consideró a Estados Unidos el responsable de tal situación.

Por su parte, la alta representante de la Unión Europea encargada de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, exhortó a las partes involucradas a calmarse para evitar el aumento de bajas.