(VOVWORLD) - La ONU no tiene ninguna información independiente sobre el colapso de la gran represa Nova Kakhovka el 6 de junio en el sur de Ucrania, pero lo describió como “otra consecuencia devastadora” del conflicto Rusia-Ucrania, afirmó el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.
 La represa hidroeléctrica Kakhovka en la ciudad de Nova Kakhovka, en el sur de Ucrania, se derrumbó el 6 de junio. (Foto: AFP/VNA) |
En declaraciones a los medios de comunicación, Guterres lo calificó como un “gran desastre humanitario, económico y ecológico”. “Al menos 16.000 personas han perdido sus hogares y el suministro de agua potable, además de enfrentar la inseguridad, mientras miles más están en riesgo”, informó.
Actualmente la ONU está trabajando con el Gobierno de Ucrania para enviar agua potable con equipos de purificación. Además, el Secretario General de la ONU pidió el cese inmediato de los ataques contra civiles y la importante infraestructura civil.
El mismo día, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunió para discutir el ataque a la represa hidroeléctrica antes mencionado a pedido de Rusia y Ucrania. Kiev acusó a Moscú de haber destruido la represa, mientras este último culpó al bombardeo ucraniano como una de las causas de la destrucción de esa obra ingenieril.
La represa Nova Kakhovka se encuentra en el río Dnipro, a unos 30 kilómetros al este de la ciudad de Kherson. La obra abastece de agua a Crimea, península anexada a Rusia en 2014, así como a la central nuclear de Zaporizhia, que Moscú controla desde 2022. Además, la presa abastece a la central hidroeléctrica Kakhovka.