(VOVworld) – “Es poco probable” que la radiación emitida tras el desastre nuclear de la central japonesa de Fukushima-1 en 2011 vaya a tener un afecto adverso e inmediato en la salud de las personas expuestas a ella o aumentar el número de los casos de cáncer en el futuro. Esta es una de las conclusiones de un informe elaborado por el Comité Científico de las Naciones Unidas sobre los Efectos de la Radiación Atómica, cuyo contenido preliminar fue adelantado este viernes en Viena. En su discurso ante la prensa, Woflgang Weiss, coordinador del equipo de autores del estudio, afirmó que la rápida evacuación de los residentes de las áreas aledañas a la central nuclear contribuyó a bajar el número de personas que recibieron dosis de radiactividad y solo una minoría de los trabajadores han padecido este riesgo, pero ellos están bajo la atención sanitaria.

El desastre nuclear de la central Fukushima se produjo tras el terremoto
y el posterior tsunami en Japón en marzo de 2011
 

El 11 de marzo de 2011, un terremoto y un tsunami arrasaron la costa de la prefectura japonesa de Fukushima (al noreste del país), dando lugar al peor accidente nuclear de la historia junto al de la central de Chernóbil, en Ucrania, que causó la muerte de alrededor de 19 mil personas.