(VOVWORLD) - Unos 2.5 millones de musulmanes, en peregrinación a La Meca en Arabia Saudita, comenzaron el domingo la lapidación ritual de Satanás, una ceremonia que en otros años ha terminado en drama.
En el primer día de Eid al-Adha, la fiesta del sacrificio celebrada por esa comunidad religiosa en todo el mundo, legiones de fieles se turnaban en el sitio de lapidación en Mina, un árido valle cerca de la ciudad sagrada de La Meca, en el oeste de Arabia Saudita, para arrojar piedras sobre una gran estela que simboliza a Satanás.
Bajo la atenta mirada de una cohorte de soldados con máscaras quirúrgicas, los peregrinos cruzan en oleadas un puente llamado jamarat (brasas), y luego, una vez frente a la primera de las estelas que simbolizan a Satanás (Shaytan en árabe), comienzan a lanzarle las siete piedras recogidas el día anterior.