(VOVworld) - La Fiscalía de Corea del Sur solicitó el 27 de octubre la pena de muerte contra Lee Joon Seok, el capitán del ferry hundido SEWOL, por no haber evacuado a los pasajeros y abandonado el barco, causando la muerte de más de 300 personas, en su mayoría estudiantes. Los fiscales exigieron además cadena perpetua contra otros tres tripulantes y penas de entre 15 y 30 años de cárcel para cada uno de los 11 miembros restantes de la tripulación. En la audiencia, Joon Seok reconoció su irresponsabilidad, afirmando con arrepentimiento que no quería matar a nadie. Culpó de la tragedia al propietario de la embarcación, quien permitió que navegara con sobrecarga de pasajeros, y a una reestructuración ilegal del ferry. La sentencia final, no se conocerá hasta el 11 de noviembre. Hasta la fecha, a parte de 294 víctimas mortales, 10 personas siguen desaparecidas.

La embarcación de 6 mil 900 toneladas con 476 pasajeros se dirigía a la ciudad costera de Incheon, al oeste de Seúl, la capital surcoreana. Durante el trayecto, se hundió cerca de la isla de Jindo, en el suroeste del país.