(VOVworld) – En continuación de su agenda en Guangxi para asistir a la Feria China-Asean (CAEXPO) y la Cumbre de Comercio e Inversión entre las dos partes (CABIS), el primer ministro vietnamita, Nguyen Xuan Phuc, presidió este 11 de septiembre la Mesa Redonda con directores ejecutivos de las compañías líderes del vecino país.
El primer ministro vietnamita, Nguyen Xuan Phuc, (c.) en la Mesa Redonda con directores ejecutivos de las compañías líderes de China
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En esta conferencia, el gobernante afirmó: “Tratamos de crear un ambiente de negocios abierto y transparente para todas las empresas, tanto nacionales como extranjeras. Consideramos los éxitos de los inversionistas como los propios de Vietnam. Estamos decididos a formar un gobierno de acción e integridad, al servicio de la ciudadanía y el empresariado. En este sentido, nos concentramos en perfeccionar las instituciones e impulsar la reforma administrativa, para elevar la competitividad nacional. Actualmente el otorgamiento de licencia en Vietnam tarda no más de cinco días. En muchos casos pueden completar los trámites en uno solo. Procuramos ayudar a las empresas a superar las dificultades y desarrollarse, además de impulsar el crecimiento de las entidades emprendedoras. Para nosotros es muy importante escuchar las opiniones de los inversores para conocer sus problemas y prestarles apoyo a fin de resolverlos”.
El primer ministro apreció los potenciales tecnológicos de China y abogó por la transferencia de sus adelantos tecnológicos. Vietnam no aceptará las tecnologías atrasadas con el fin de proteger su medio ambiente, recalcó.
El mismo día, Nguyen Xuan Phuc visitó la antigua escuela interna de revolucionarios connacionales en la ciudad de Nanning, un símbolo de los vínculos de hermandad y solidaridad entre Vietnam y China. Fundada en 1951, el centro ofreció cursos impartidos por vietnamitas, con la asistencia logística y el asesoramiento de expertos chinos. En 1954, la institución fue trasladada al lugar que actualmente pertenece, a la Universidad de Guangxi, y en septiembre de 1957, a Vietnam. Desde su fundación hasta entonces, la escuela sirvió para la formación de siete mil estudiantes de la nación indochina, de ellos numerosos se convirtieron en dirigentes, diplomáticos, economistas, científicos y artistas conocidos del país, así como una gran fuerza intelectual al servicio de la revolución vietnamita.