(VOVWORLD) - Un grupo de militares arrestó al primer ministro sudanés, Abdalá Hamdok, después de que este rechazara “apoyar el golpe de Estado”, comunicó este lunes el Ministerio de Información sudanés.
El primer ministro sudanés, Abdalá Hamdok. (Foto: Xinhua/VNA) |
El martes por la noche fue llevado a su casa en Jartum, donde se tomaron medidas de seguridad en el perímetro de su domicilio, dijo la fuente.
Además de Hamdok, otros ministros y miembros del componente civil del Consejo Soberano, máximo órgano de poder del proceso de transición en Sudán, fueron detenidos y llevados a un paradero desconocido, informó el Gobierno sudanés.
Después de la intentona golpista del mes pasado, el primer ministro sostuvo que era necesario “reformar los órganos militares y de seguridad”. Esto provocó malestar entre los líderes militares, que se reparten el poder con el componente civil del Gobierno de transición según un acuerdo firmado en 2019, y la tensión ha ido creciendo desde el mes pasado con varias manifestaciones a favor y en contra del Ejecutivo.
Decenas de miles de personas opuestas al movimiento de los militares salieron a las calles de la capital, Jartum, y su ciudad hermana Omdurman. Los manifestantes bloquearon calles y prendieron fuego a neumáticos mientras las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos para dispersarlos. Al menos 12 civiles resultaron heridos.
Mientras tanto, el jefe comandante de las Fuerzas Armadas de Sudán, Abdel Fattah Al-Burhan, argumentó que los militares están tratando de corregir la ruta de transición política y se comprometió a seguir adelante con la transición democrática con la participación de los civiles.
“Nosotros lograremos la transición con la participación civil, insistimos en que haya un gobierno civil que realice con nosotros la transición y acatamos los objetivos acordados en el documento constitucional”, dijo Al Burhan en una rueda de prensa.
Ante esta situación, Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos, China y Francia, afirmaron que no aprueban que los militares tomen el control del país.
La Unión Europea declaró inaceptable el golpe de Estado que socavó la transición a la democracia en Sudán y dijo que dejaría de brindar apoyo financiero si el ejército no entregaba el poder de inmediato.