Según el acuerdo, los ciudadanos de la UE en el Reino Unido y los británicos en el resto del bloque tienen derecho a permanecer y circular libremente por ambas zonas. El tribunal del Reino Unido presidirá la aplicación de los derechos sobre los ciudadanos de la UE en Gran Bretaña, pero pueden remitir los casos poco claros al Tribunal de Justicia europeo durante ocho años después del retiro.

La primera ministra británica Theresa May y el presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker (Foto: Getty Images)

En cuanto a la frontera irlandesa, el pacto promete garantizar que no habrá fronteras cerradas y mantener el Tratado de Belfast. Deja en claro que todo el Reino Unido, incluido Irlanda del Norte, abandonará la unión aduanera. Aunque no explica cómo se logrará una frontera abierta, pero dice que en ausencia de un acuerdo posterior, el Reino Unido garantizará una “alineación total” bajo las normas y el mercado único que mantienen el Acuerdo del Viernes Santo.

Mientras, no hay una cifra sobre cuánto se espera que pague el Reino Unido, pero el documento establece cómo se calculará la factura, que se espera que sea de aproximadamente 50 billones de libras. El Reino Unido acuerda seguir pagando en el presupuesto de la UE con normalidad en 2019 y 2020. También acepta pagar sus obligaciones, como las contribuciones a las pensiones.