(VOVWORLD) - En la madrugada del 22 de febrero, Rusia reconoció la independencia y firmó tratados de amistad, cooperación y apoyo con las dos autoproclamadas repúblicas de Donest (DPR) y Lugansk (LPR) en el este de Ucrania.
El presidente ruso Vladimir Putin habla en el Consejo de Seguridad Nacional. (Foto: Kremlin) |
Después de una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de Rusia en la noche del 21 de febrero, el presidente ruso, Vladimir Putin, pronunció un discurso en el que mencionó temas importantes y exigió el “cese inmediato de las hostilidades” en la región de Donbass. Subrayó que en caso contrario, “cualquier responsabilidad relacionada con el derramamiento de sangre” que pueda tener lugar recae en Ucrania.
En reacción a la moción de Moscú, la Casa Blanca anunció que el presidente Joe Biden planea imponer nuevas sanciones comerciales y financieras a los dos territorios de Donetsk y Lugansk en el este de Ucrania.
En una llamada telefónica del 21 de febrero (hora de Estados Unidos) con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, el presidente Joe Biden enfatizó que Washington respondería rápida y decisivamente, junto con sus aliados y socios.
El mismo día, en llamadas telefónicas con el presidente francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Olaf Scholz, Joe Biden y los líderes condenaron enérgicamente la decisión de Rusia de reconocer las dos regiones de Donetsk y Luhansk como "independientes" y debatieron cómo continuarán coordinando los siguientes pasos.
Países como Alemania, Reino Unido, Georgia, Rumania, Austria y Moldavia también se opusieron a la decisión de Rusia. El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, expresó el mismo día su preocupación por la moción de Moscú y pidió una resolución pacífica del conflicto en el este de Ucrania de conformidad con el acuerdo de Minsk aprobado por la Resolución 2202 del Consejo de Seguridad de la ONU.