La primera ministra británica, Theresa May (Foto: AFP/VNA)

Entre estas propuestas se encuentra la provisión de unidades aduaneras autorizadas que pueden ayudar a las empresas a lidiar con los procedimientos de origen y los aranceles. Estos diputados dijeron que dichas medidas podrían garantizar el comercio transfronterizo entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda. Mientras tanto, la integridad del Mercado Común de la UE también estaría asegurada. Opinaron que Gran Bretaña y el bloque regional firmarían voluntariamente un acuerdo de libre comercio.

Tanto Gran Bretaña como la UE quieren evitar una línea fronteriza dura entre las dos Irlandas, ya que podría socavar el acuerdo de paz de 1998 cuyo objetivo es poner fin a décadas de conflicto. Ambas partes aún no han podido llegar a un consenso sobre el control del comercio de bienes entre Londres y Bruselas en esta región debido a que aún no se ha demarcado la frontera sin contar la posibilidad de que Irlanda del Norte deje tanto la unión aduanera como el mercado común europeo.