Con antelación, Siria no pudo cumplir su compromiso con Rusia y Estados Unidos de destruir su arsenal químico el 31 de diciembre de 2013 para evitar un posible ataque militar norteamericano. Además, Damasco tampoco logró deshacerse de 700 toneladas de las armas químicas más letales y otras 500 toneladas peligrosas de segunda categoría el 5 de febrero. La declaración de Riad Haddad tiene lugar en medio de una segunda ronda de conversaciones entre el gobierno sirio y la oposición en Ginebra, ciudad suiza. Según últimas informaciones, las pláticas culminaron el 11 de febrero sin resultados perspectivos, sin que las partes convinieran sobre el diálogo y el gobierno acusó a la oposición de rechazar discutir sobre bandas terroristas en el país árabe.