(VOVworld) – El presidente de Turquía, Tayyip Erdogan, afirmó la víspera que su país no responderá a las sanciones impuestas por Rusia, debido al derribo de un avión bombardero ruso por Ankara en la frontera de Siria. Rusia constituye una contraparte estratégica de su nación, razón por la cual el gobierno turco continuará suministrando a Moscú diversas mercancías, incluso alimento, explicó el mandatario.
Erdogan también ratificó que su país jamás aplicará medidas de “venganza” contra los ciudadanos rusos residentes en Turquía, tras considerar que la imposición de sanciones económicas contra su nación es una acción emocional y exhortar a Moscú a cambiar mencionado comportamiento.
El canciller ruso, Sergey Lavrov
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El mismo día, el canciller ruso, Sergey Lavrov reiteró su disposición de reunirse con su similar turco Mevlut Cavusoglu, en el marco de una reunión del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), prevista para los días 3 y 4 del mes presente en la capital serbia de Belgrado. Según Lavrov, justamente después de que el avión F-16 de Turquía abatió el bombardeo ruso Su-24 en la frontera de Siria, sostuvo conversaciones con Cavusoglu, sin embargo, no percibió ninguna lamentación por parte turca. Moscú no rechazará la aspiración de Ankara, ya que quiere escuchar “algo nuevo” en la opinión de Cavusoglu, reveló.
Sobre el hecho de que Ankara derribó al avión ruso debido a la presunta violación del espacio aéreo de Turquía, Lavrov consideró que se trata, posiblemente, de una conspiración para obstaculizar la solución del conflicto en Siria. El gobierno turco debe saber qué hacer después del incidente, sin embargo, las relaciones bilaterales no podrán continuar siendo como antes, anunció. Hasta la fecha, Turquía aún se niega a pedir disculpa por el derribo del avión ruso, pese a las sanciones económicas impuestas por Moscú.