En tal ocasión, Trump aseguró su aspiración de trabajar con Corea del Sur para resolver el problema nuclear en la península coreana. Trató sobre las sanciones contra la República Popular Democrática de Corea. Por otro lado, reafirmó la disposición de la Casa Blanca de perseguir los esfuerzos por el establecimiento de la paz con la intervención de Pyongyang bajo “condiciones apropiadas”.

En su permanencia en Washington, el visitante entregó una carta del mandatario Moon Jae-in a Donald Trump en la que expresa el enfoque de su nuevo Gobierno sobre las relaciones binacionales y el sistema de Defensa del Área de Alta Altitud Terminal (THAAD por sus siglas en inglés) en la fase final, además de planear la agenda de la primera cumbre entre los dos jefes de Estado.