Saborear una taza de café cada mañana y mirar la corriente humana inundar las calles de Hanoi es un placer cotidiano para numerosos habitantes de esta capital. A través del transcurso del tiempo, este hábito forma parte de esa cultura y el estilo de vida llamado café. No pocos hanoyenses inician un día de trabajo estimulados por esta infusión.
Tomar café en aceras hanoiyenses
El café oriundo del Occidente entró en Vietnam junto con los franceses durante la época colonial y se generalizó su consumo en este país indochino. Para numerosos habitantes de Hanoi pasó incluso a ser parte de su vida.
El café de Hanoi tiene rasgos diferentes de las demás ciudades vietnamitas, ya que generalmente las cafeterías de la urbe se vinculan con lagos hermosos, como Guom (Espada restituida), Oeste, Truc Bach (bambú blanco), entre otros. La segunda diferencia aparece en los barrios antiguos, donde las tiendas tienen una historia relacionada con marcas famosas como Giang, Lam, Nhan, entre otras. Por ejemplo, la venta de café Lam en la calle de Nguyen Huu Huan era un lugar de intercambio de famosos artistas como Nguyen Sáng, Bui Xuan Phái, To Ngoc Van y Van Cao, cuyas pinturas destacadas son preservadas aquí. La señora Bích, hija del dueño de la cafetería Lam, expresó:“Mantenemos la marca del café Lam para que todos los amantes de esta bebida puedan disfrutarla. Al llegar a Hanoi todas las personas quieren probar su sabor en nuestro establecimiento de más de 60 años de existencia”.
Cualquier establecimiento en Hanoi tiene la fórmula del café negro y el café con leche, pero la tienda Giang ofrece el café con huevo, una mezcla creativa entre una bebida vietnamita y un estilo europeo. Nguyen Trí Hoa , hijo menor del propietario de esta cafetería, contó:“Mis padres preparaban este café antes de mi nacimiento y me lo dejaron como herencia. Anteriormente ellos despachaban el café con huevo caliente y ahora a los jóvenes les gusta igual, pero con hielo, y les satisfago. Además, puedo preparar el café con huevo, cacao y frijoles verdes. A los europeos les encantan estas recetas”.
Un café con huevo a la hanoyense
El australiano Mark Lowerson probó el café con huevo, y así lo describió en una carta: “Prefería sentarme en el casco de Hanoi para disfrutar del sabor del café negro y contemplar las transformaciones de la vida. Por ello, me sorprendió el café con huevo e hielo en una tienda en esta ciudad. Al probarlo percibí que sabía a café moreno con leche condensada, pero no dulce, y me recordó el exquisito café Latte. Realmente el café Giang me conquistó totalmente”.
En la época de apertura, la economía de mercado hizo más animada Hanoi con innumerables productos y tiendas, safisfaciendo nuevas demandas y paladares. Las cafeterías modernas al estilo occidental entraron también en Vienam al servicio de hoteles y bares como Esperranso y Capuccino. Sin embargo, parece que a los hanoyenses no les interesa mucho este estilo. La mayoría de ellos buscan los locales en los barrios antiguos. Aunque están en las esquinas tranquilas o en las riberas de los lagos, las cafeterías de Hanoi siempre proporcionan a los clientes sensacions ligeras, apacibles y memorias al pasado./.