El ambiente de júbilo impera en las calles de Ciudad Ho Chi Minh en espera de la Nochebuena. Los edificios, los centros comerciales y muchas tiendas en esta urbe son adornados con árboles de Navidad, la imagen de Santa Claus en el trineo tirado por renos y lámparas multicolores… La ciudad está radiante con los colores de la Navidad, una fiesta común de sus habitantes, tanto cristianos como de otras religiones.

En esta Fiesta Navideña, la parroquia Vuon Xoai, una de las mayores de Ciudad Ho Chi Minh, con más de 5 mil feligreses organizó varias misas sobre la salvación de Dios para diferentes audiencias: niños, jóvenes y adultos. Gracias a esta prédica, los creyentes comprenden mejor el milagro del Nacimiento, para así practicar una vida buena y útil para la sociedad. La parroquia suministra prestaciones mensuales y compra seguros sanitarios para 56 familias pobres.

Además de organizar programas artísticos y recreativos, así como la jornada de gastronomía con especialidades del norte, centro y sur del país, en ocasión de esta Navidad también fueron entregados 200 presentes por valor de cientos de millones de dong a los más necesitados. Nguyen Van Tien, presidente del Consejo administrativo de la parroquia Vuon Xoai, informó: “Los feligreses locales festejan la Navidad con una preparación espiritual, y participan en diferentes actividades promovidas por la parroquia. En especial, se mantiene este año el programa de suministrar becas a los alumnos pobres. Se celebran también varios programas festivos para animar a los locales.”

En los últimos años, en medio de las dificultades económicas, los cristianos de la mayor urbe sureña de Vietnam se esfuerzan por estabilizar la vida, y participan activamente en los movimientos de emulación, tales como “Practicar una buena vida social y religiosa”, y “Unirse para construir la vida cultural en las zonas poblacionales”, entre otros. En el último año, los feligreses de distintas parroquias y diócesis de Ciudad Ho Chi Minh recaudaron más de 55 mil millones de dong (equivalentes a más de 2,7 millones de dólares) para las actividades sociales y humanitarias, en educación, sanidad comunitaria y socorro de las víctimas de  calamidades naturales. Nguyen Thanh Long, un creyente de la diócesis Thanh Minh, del barrio 14, distrito 3, expresó: “La vida del pueblo ha mejorado considerablemente desde que el país emprendió la renovación. Cada año festejamos la Navidad con mejores condiciones, al igual que otras fiestas celebradas en la ciudad. Por eso nos sentimos muy contentos.”

Como ya es costumbre, la Navidad sirve para que los cristianos en Ciudad Ho Chi Minh practiquen nobles gestos en ayuda a las familias menesterosas, las personas solitarias y discapacitadas, mediante visitas y la entrega de presentes desde noviembre. Como las demás en esta urbe, la parroquia Da Minh- Ba Chuong, que agrupa a unos 2 mil fieles católicos, celebra muchas actividades significativas. Su párroco, el sacerdote Dinh Quang Manh Hung, dijo: “Atendemos la vida de los feligreses especialmente en dos aspectos. En lo social, llamo a los gremios a visitar y consolar a las personas desafortunadas, sobre todo en la Nochebuena. En el aspecto espiritual, les creamos condiciones para que todos puedan reflexionar sobre sus vivencias, en pos de una vida mejor.”

Las campanas de las iglesias suenan, y sus ecos invaden las calles, las manzanas y los barrios de esta ciudad con un ambiente festivo. La Navidad es una ocasión de amor y afecto, cuando prevalece de nuevo la tradición de ayuda mutua del pueblo vietnamita, por una vida evangélica en el seno de la nación de los creyentes./.