(VOVWORLD) - El alfabeto jemer se enseña en muchas escuelas primarias y secundarias de las localidades donde los miembros de esta etnia son mayoría, gracias a una política del Ministerio de Educación y Formación de Vietnam. Sin embargo, el número de jemeres en el distrito de Ninh Kieu, de la sureña ciudad de Can Tho, no es tan grande como para que los colegios de este municipio introduzcan la referida lengua en su programa docente. Por esta razón, las clases de jemer de la pagoda de Munirangsay son muy bien acogidas por los locales.
Una clase del idioma jemer de la pagoda de Munirangsay (Foto:VOV)
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Los niños aprenden la pronunciación de las letras del jemer en la pagoda de Munirangsay, en el número 36 de la Avenida Hoa Binh, del distrito de Ninh Kieu, en la urbe de Can Tho.
En los últimos años, ese templo budista inaugura de manera frecuente en el verano las clases de este tipo para los menores, con un ambiente siempre alegre. La iniciativa es del venerable Tran Sol, responsable del referido santuario, para preservar el idioma y la cultura de la minoría étnica Jemer. “Estas clases son necesarias para que los niños jemeres puedan entender las letras de su propia lengua. Decido abrirlas en el verano porque coincide con el tiempo de sus vacaciones. Les suministramos materiales docentes y esperamos que sus padres les estimulen a participar”.
Los menores aprenden cómo escribir las letras jemeres (Foto: VOV)
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Los alumnos son de diferentes edades, desde 6 hasta 15 años, y tienen que asistir de lunes a viernes todas las semanas. Los padres se sienten muy alegres al saber que sus hijos ya pueden acceder a su lengua materna. Huynh Da Lin, cuyos descendientes también participan en estas clases, manifestó: “Mis hijos solo pueden aprender el idioma jemer en la pagoda. Espero que gradualmente conozcan más sobre la tradición y la cultura de nuestra etnia”.
Por su parte, el monje Thach Diep, uno de los profesores, comentó que muchos de sus estudiantes tienen la oportunidad de practicar la lengua jemer con sus familiares y esos son los más avanzados en la clase. No obstante, todos ellos son muy hábiles en el estudio. “Los padres apoyan llevando a sus hijos a las clases. Espero que todos los niños jemeres de la localidad lleguen aquí para aprender el dialecto de su etnia”.
El monje Thach Diep ayuda a sus alumnos en una clase (Foto: VOV)
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Mientras, la pequeña Chane Ratani, expresó: “Me siento muy contenta al participar en estas clases porque no las tengo en mi escuela. Cada año deseo que llegue el verano para poder tomarlas. Soy jemer y debo entender la lengua de nuestros aborígenes. Me esforzaré en el estudio”.
Lo más interesante es que la pagoda de Munirangsay también imparte lecciones de jemer para universitarios y adultos por la noche. Su labor contribuye a la conservación y promoción de los valores culturales de Vietnam, un país de 54 nacionalidades.