Son las primeras horas de la mañana en el área frente al monumento del rey Ly Thai To, junto al céntrico lago de Hoan Kiem. Un grupo de personas, tras calentar el cuerpo con ejercicios físicos normales, hace filas y entrelaza las manos formando un círculo. Luego dan palmas o agitan las manos como suelen hacer los niños y estallan en una gran carcajada. La escena despierta la curiosidad en muchos peatones, pero esta es una práctica diaria del Club de la risa en esta ciudad.
Los ejercicios de la risa, inventados en 1995 por el médico indio Madan Kataria, registran hoy un fuerte desarrollo en todo el mundo. Se calcula que existen más de 6 mil clubes de la risa en 60 países. Sin embargo, la también llamada risoterapia apenas llegó a Vietnam hace dos años, gracias a Le Anh Son, presidente del Club de Yoga de Hanoi, quien venía de un curso de entrenamiento en la India, cuna del Yoga. Al principio, lo practicaban principalmente personas de mayor edad y jubilados, pero el doctor Madan Kataria vino a Vietnam para presentar esta práctica, y a partir de esa visita el movimiento adquirió mayor popularidad y ahora agrupa cada vez a más adeptos, incluso jóvenes. Esto es comprensible en una sociedad cada día más agitada por las presiones del trabajo, donde la gente necesita despejar del estrés y recuperar la energía y la salud. El Club de la risa se convierte en un lugar ideal para que los hanoyenses intercambien y se relajen.
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Una risa vale 10 dosis de medicina (Proverbio vietnamita) |
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Deseamos un nuevo día rebosante de alegría y felicidad”, es la expresión con la cual los integrantes de este taller empiezan los ejercicios de la risa. Sus casi 200 miembros, adultos y niños, hombres y mujeres, forman varios círculos, rodeando al instructor, quien hace gestos extraños con una actitud infantil y juguetona. La práctica, que comienza con golpes de palmas, ejercicios respiratorios y ademanes joviales, termina con risas, desde las más tímidas hasta las carcajadas. Pham Quoc Loc, un maestro jubilado, dijo: “
Frecuento este lugar para reencontrar la risa que siempre me faltaba. Desde que acudo a esta alternativa, estoy más feliz y me siento más fuerte.
La señora Nguyen Thi The, de 70 años de edad y residente en el barrio de Ly Thai To, es uno de los primeros miembros de este Club de la risa, y destaca los beneficios fisiológicos y psicológicos de estos ejercicios. A su vez, Le Thanh Hoai, otro practicante, aseguró que esta modalidad no es tan difícil como otras del Yoga. Precisó: “Los seguidores de esta escuela solo deben respirar profundamente y mantener una actitud jovial y contacto visual con otros miembros de su grupo, para que la risa sea real, no simulada.” Según Pham Quoc Vinh, entrenador del Club, el Yoga de la risa es una combinación entre los ejercicios de risa y de respiración, una alternativa muy buena para el sistema cardiovascular y otros órganos internos, que aumenta el suministro de oxígeno a todas las células del organismo, y nos ayuda a trabajar más efectivamente y afrontar los retos y dificultades de la vida con una mejor actitud. Además, se puede combinar el Yoga de la risa con cualquier práctica deportiva y ejercicio físico. Hoang Thi Thanh, residente en el barrio de Pho Hue afirmó:
“Este ejercicio es muy beneficioso para todo el mundo. Yo padecía males cardíacos y dolores de la rótula, pero mis problemas de salud se han aliviado mucho, gracias a los ejercicios de la risa.”.
Según un viejo proverbio vietnamita, “una sonrisa vale 10 dosis de medicina”; quizás por eso el Club de la risa de Hanói siempre está muy animado, con un creciente entusiasmo de los participantes. Para ellos, la risa tiene un poder curativo indiscutible y es el mejor camino hacia la auto-sanación. La risa que se logra en las primeras horas de la mañana durante los ejercicios físicos, genera el entusiasmo y los energías positivas para afrontar todo el día./.