(VOVworld) – Sin todavía salir el sol, habría una multitud permanente formando una fila un kilómetro de extensión desde el mausoleo Ho Chi Minh hasta la casa número 30 de la calle Hoang Dieu, esperando para ofrendar inciensos y flores de homenaje póstumo al general, Vo Nguyen Giap. La muchedumbre de decenas de miles de personas avanzaba con paso lento. Cada cual lleva dentro de sí un mismo hondo pesar ante el fallecimiento del ex comandante en jefe del Ejército Popular de Vietnam.

Desde el 6 hasta el 10 de octubre, se pudo apreciar a decenas de miles personas que acudían a la casa familiar del general Vo Nguyen Giap para rendir homenaje póstumo al talentoso estratega militar del Ejército Popular de Vietnam. La despedida a un general legendario provoca a los compatriotas presentes sentimientos difíciles de describir. Margaritas amarillas, rosas frescas y orquídeas blancas eran portadas por muchos para colocarlas en el pórtico de la casa donde vivió Vo Nguyen Giap. Se vislumbraban en la muchedumbre la sonrisa diáfana del general y su apretón de manos con compañeros reproducidos en cuadros y fotos que llevaban los compatriotas como memorias del legendario estratega militar. Vestida con el atuendo tradicional de la minoría étnica Thai, Nguyen Ngoc Theu, oriunda de la provincia norteña de Dien Bien, muy ligada a la célebre batalla conducida por el general, compartió: “Me visto así en este homenaje póstumo al general Vo Nguyen Giap para que en el otro mundo recuerde la tierra de su hazaña y sepa que vivirá para siempre en nuestro corazón”.

En uniforme azul, los jóvenes voluntarios de Canadá, persistieron en una cola durante 3 horas con la esperanza de también rendir homenaje póstumo al general Vo Nguyen Giap. Mathew Gibson, uno de los miembros del grupo canadiense en Vietnam dijo: “Nada más recibir la noticia del fallecimiento del general, llegamos aquí para expresar nuestro respeto y pena a quien fuera el comandante en jefe del Ejército Popular de Vietnam. Me impresionan mucho el amor y el respeto que profesan los vietnamitas al general, lo que se demuestra en esta muy larga fila de población doliente”.

Ante la foto expuesta en el altar dedicado a Vo Nguyen Giap, la señora Luong Thi Nhung no ocultó su sentimiento cuando dijo que a ella no le importaba la distancia, venía del extremo norte del país, es decir, la provincia de Lao Cai, a Hanoi para ver al general lpor última vez. “No he podido verle en persona por última vez, sólo su foto en el cuadro expuesto en el altar. Fuimos informados sobre su enfermedad y tratamiento en el hospital cuando cumplió 100 años de edad. Desde entonces, no dejamos de pensar en su estado de salud y deseo de que se recuperara muy pronto”.

Las anécdotas sobre el general Vo Nguyen Giap relatadas por soldados y veteranos en las filas aumentaban. En esas historias llamaban al estratega militar con otros nombres de cariño como “general Giap”, “tío Giap” y “señor Van”. El coronel Dang Nghiem Diem compartió: “Hemos trabajado con el tío Giap dos veces en tareas relativas a libros de historia. La primera vez fue por el bicentenario de la victoria Ngoc Hoi – Dong Da y la segunda vez en la redacción del libro de la zona militar capitalina de resistencia contra las tropas norteamericanas. Guardo todavía el discurso del general Vo Nguyen Giap, sobre el héroe Quang Trung en la operación Ngoc Hoi – Dong Da. El tío Giap es el hermano mayor del ejército popular de Vietnam. Es también una persona talentosa con sentido moral y paciencia, atributos que han contribuido a su gloria de hoy”.

Largas colas de personas afuera del número 30 de la calle Hoang Dieu
esperando ver al general por última vez

Por su parte, hace 5 años, Le Tien Dung tuvo oportunidad de conversar con su inolvidable comandante en la batalla Dien Bien Phu. Hasta el momento, mantienen intactas las imágenes de ese encuentro. “Nos sentimos muy felices porque no veíamos al tío Giap desde hacia tiempo. Fue la fecha en que nuestra delegación de 30 personas se tomó fotos con el general. Nos conmovió mucho reunirnos con nuestro comandante, hermano mayor y también amigo”.

Ya pasaron 5 días y noches y la puerta principal de la casa del general Vo Nguyen Giap permaneció abierta. Aunque ofrecieron inciensos y flores en homenaje póstumo al legendario estratega militar, los visitantes deseaban quedarse un poco más. Afuera de la residencia, se concentraban contemplando el patio de la casa rememorando las imágenes de un general que leía cada página del libro de historia o un comandante que no dejaba de pensar en el futuro del país. Todo el mundo comparte la misma aspiración sencilla de escribir en el libro de condolencia: “Tío Giap se queda aquí con nosotros”.