(VOVWORLD) - En medio del mar, las pagodas en las islas del archipiélago de Truong Sa (Spratly), de la provincia central de Khanh Hoa, son lugares sagrados. No solo son hitos para afirmar la soberanía marítima nacional, sino también son direcciones indispensables para los pescadores en sus viajes de pesca en alta mar, así como para los soldados y pobladores locales.
La pagoda en la isla de Sinh Ton |
En el tranquilo ambiente al amanecer, solo se oye el sonido de las olas y el de la campana repicando en la pagoda de Song Tu Tay. Ubicada en la isla homónima, la más lejana en el archipiélago de Truong Sa, esta obra tiene una arquitectura tradicional con tres compartimientos, de ellos uno grande y dos pequeños. Allí, no solo se rinde tributo a los budas, sino también a los mártires heroicos que se sacrificaron para proteger la soberanía sobre el mar y las islas del país. Thich Thuong Dat, abad de la pagoda de Song Tu Tay, dijo: “Nuestra pagoda es muy importante. Es el apoyo espiritual de la gente aquí, especialmente los pescadores”.
Todas las pagodas en el archipiélago miran hacia el Mar del Este para recibir el primer rayo de sol del día. Desde hace mucho tiempo, estos lugares son donde se realizan las actividades religiosas de creencias tradicionales de los residentes. Vo Thanh Hoa, radicado en la isla de Sinh Ton, contó: “Cada día voy a la pagoda de Sinh Ton, por la mañana y por la tarde, para encender inciensos y orar por la salud de los oficiales, los soldados y la gente de Truong Sa”.
Phan Van Minh, guardián del faro de Son Ca, compartió que en el archipiélago de Truong Sa, las condiciones naturales son duras y faltan comodidades, pero el sonido de las campanas y la oración de los monjes en las pagodas ayudan a los locales a sentirse reconfortados. “El primer día y el 15 de cada mes del calendario lunar, voy a la pagoda a pedir por la buena salud y el bienestar de mi familia. Después, siempre siento la calma y la paz”, dijo.
La pagoda en Truong Sa contribuye a reafirmar la importancia del budismo en Vietnam |
De hecho, las pagodas se han convertido en el símbolo de la aspiración de una vida pacífica para todos los residentes en este archipiélago remoto.
El venerable Thich Nguyen Hoa, quien vive en Truong Sa desde los últimos seis años, dijo que la gente allí visita las pagodas no solo en los días de luna llena, sino también en los otros días de mes para adorar a Buda, escuchar sus enseñanzas y ayudar a la limpieza de las mismas.
Las pagodas en Truong Sa no solo son lugares para las actividades religiosas y de creencias tradicionales de los residentes y pescadores del archipiélago, sino también son una expresión concreta y vívida de la vida cultural y espiritual del pueblo vietnamita desde hace tiempo. También muestran el espíritu patriótico, el sentido de responsabilidad y la determinación de proteger la soberanía nacional en el mar y las islas. Además, son hitos espirituales que afirman la soberanía sagrada de Vietnam en el Mar Oriental.