En una habitación de 50 metros cuadrados en el quinto piso de un edificio ubicado en el centro de Hanói, los integrantes del club Beso Latino, guiados por dos instructores, bailan según el ritmo típico de América Latina.

En el curso participan personas de diferentes edades, incluso extranjeros, pero todos comparten una misma pasión: la música y el ritmo de la Salsa. Le Ngoc Huyen, de 26 años de edad, miembro de Beso Latino, compartió: “Practico salsa porque soy una apasionada de la cultura latina y esta danza me inspira mucho con sus movimientos. Sus pasos me ayudan a mantener mi cuerpo en forma”.

Mientras, Kim Bo Won, procedente de Corea del Sur, expresó: “Me gusta mucho bailar, en mi país fui profesor de baile. Durante mi estancia en Vietnam, mis amigos me dieron a conocer este curso y ahora es mi nueva pasión”.   

En una clase de Salsa en el Club Beso Latino en Hanói

En los recientes años, la salsa ha ido siendo muy popular en Hanói. Además de Beso Latino, se pueden encontrar otros centros bien conocidos como ODC Club, New Dances Club o Latin42 Studio. Con una cuota de sólo 500 mil dongs se puede inscribir a un curso de 8 clases, esto facilita mucho la participación de los ciudadanos capitalinos.

Huynh Trung Hieu, uno de dos profesores de Beso Latino, con una experiencia de bailar e impartir este arte de más de 5 años, compartió: “La salsa es una danza muy natural, cuando sigues su ritmo puedes verte a ti mismo. No es tan complicada como el baile deportivo o el hiphop. Es una mezcla de varios bailes, tiene características  salvajes pero muy atractivas. Nada más poner la música, quieres bailar inmediatamente y sientes ser tú mismo”. 

La salsa es una combinación entre danzas originarias del Caribe y de toda América. No es tan complicada en la selección de vestuario como los bailes clásicos o el del vientre. Los bailarines pueden vestirse como quieran. Esta comodidad ayuda a hacerlo aún más popular en el país. Sin embargo, para los jóvenes vietnamitas, hay ciertas dificultades. Pham Thu Trang, otra miembro de Beso Latino, compartió: “Al principio, tenía que dar muchas vueltas y me mareaba mucho. Además, a veces me equivocaba en los pasos. No obstante, una vez te acostumbras al ritmo, puedes balancear tu cuerpo y sentirte más confidente”.

Los hanoyenses bailan al ritmo de Salsa en la zona peatonal alrededor del lago de Hoan Kiem

Por su parte, el instructor Hieu destacó que lo más importante es manejar una conexión perfecta con tu pareja de baile. “No es fácil entender la música salsa ya que el primer y el quinto ritmo son muy similares, si no nos acostumbramos al ritmo nos resultará difícil bailar. Veo que muchos siguen con esta danza desde hace 2 o 3 años pero todavía no pueden seguirla adecuadamente, lo que dificultará la conexión con su acompañante”.

En comparación con las otras danzas internacionales importadas a Vietnam, la salsa atrae a todas las clases sociales gracias a su libertad y música callejera animada. No tiene las regulaciones estrictas como los bailes clásicos mientras todavía posee los movimientos peculiares y atractivos. Muchos la consideran tan moderna como el hiphop, romántica como la rumba e improvisada como el jazz.  

Además, salsa brinda muchos beneficios para la salud gracias a sus intensos movimientos e incita a las actividades comunitarias. Tran Linh Chi, quien ha practicado este arte durante más de un año, expresó: “Me inscribí a este curso gracias a un amigo. Además de los beneficios para mi salud y mi cuerpo, hice amistad con muchas personas que comparten la misma pasión que yo. Las clases son muy divertida y cómoda”.

Actualmente, paralelo a los cursos de capacitación, la comunidad salsera en Hanói celebra noches de intercambio cada fin de semana en lugares públicos como las calles peatonales alrededor del lago de Hoan Kiem y en los parques de la zona central, contribuyendo así a promover este baile en la capital en particular y en Vietnam en general.