(VOVworld) - Según la tradición legada por sus ancestros, los vietnamitas comienzan a celebrar el Año Nuevo lunar (conocido como el Tet) desde el 23 de diciembre (que este año caerá en el 3 de febrero según calendario Gregoriano). A esta fecha se le llama la Fiesta de los Tao, es decir la despedida a los tres espíritus de la cocina, antes de su partida hacia el Cielo para informar al Emperador de Jade lo acontecido en la tierra. Las familias preparan una buena bandeja de ofrendas a las deidades consideradas como administradores de cada hogar, y para recordar a sus hijos y nietos la tradición y los buenos comportamientos para la armonía familiar.
Ofrendas a los genios de la cocina en el altar de una familia
Dicen que cuando llega el 23 de diciembre lunar, el matrimonio del Tao, compuesto por un señor y dos señoras, tienen que viajar al cielo para dar a conocer al Gobernante celestial tanto de los éxitos como los errores de los mundanos durante el año. Según la costumbre, las familias vietnamitas, en dependencia de su condición, rinden tributo a los espíritus de la cocina y preparan 3 juegos de sombreros, zapatos y vestimentas en materiales volátiles para quemar. La señora Tran Thi Ky, residente en el distrito capitalino de Long Bien dijo: “Las ofrendas varían dependiendo de las condiciones de cada familia. En mi casa, preparamos un búcaro de flores frescas, un plato de arroz pegajoso, un pollo hervido, objetos votivos y juegos de ropas para los tres deidades de la cocina. Lo más importante es nuestra sincera veneración. No quemamos muchos objetos votivos en papeles para evitar desperdicios innecesarios y contaminar el entorno.”
La calle Hang Ma donde se pueden comprar todo tipo de objetos votivos
En la cultura tradicional de los vietnamita, la cocina siempre mantiene una posición preponderante, pues se trata del lugar que demuestra la abundancia en alimentos y la reunión de un hogar. En realidad, esta creencia popular tiene su remoto origen en la veneración al genio del Fuego, uno de los elementos más importantes de la vida. El hábito de culto a los Tao es también muestra de gratitud hacia los genios que durante todo el año se empeñan para mantener estables los quehaceres de la familia y también para recordar a cada uno de sus miembros de la responsabilidad para con su propio hogar. Por eso, esta es una ocasión para que los miembros de la familia estrechen más sus relaciones, como confirmó la señora Nguyen Thi Thang, habitante del distrito de Hoan Kiem, Hanoi. “Según la concepción popular, el 23 de diciembre lunar los Taos viajarán al cielo. Es también día de reunión familiar antes de entrar en el año nuevo. Aprovechamos la ocasión para educar a los hijos y nietos para que lleven una vida decente y acometan trabajos benévolos. Así recibirán bendiciones en el año nuevo lunar.”
Las carpas doradas son compradas para rendir tributo a los Tao y
luegos son liberados para transportarlos al Cielo
A lo largo de la calle Hang Ma, en el Casco Viejo de Hanoi, se exponen objetos votivos para la ocasión, muy diversos en colores y diseños. Según Do Lan Phuong, del Centro de Investigación de Cultura y Desarrollo, a tenor con el desarrollo económico, las ofrendas son más abundantes y los rituales se realizan exhaustivamente en muchas familias. Es una buena señal del respeto a las costumbres y tradiciones del pueblo, siempre que no generen despilfarro, dijo la investigadora.
Rendir tributo a los genios de la cocina, es como otras buenas costumbres de Vietnam que orientan a las personas a la benevolencia, la armonía familiar y el altruismo. En este día, dedican plegarias y bendiciones no solamente para la familia, sino también para la comunidad y la nación en la nueva primavera.