(VOVworld) - Los mercados del pasado y presente, en ciudad y áreas suburbanas con todas sus características son reproducidos vivamente con sonidos, imágenes y objetos en una exhibición en el Museo de Mujeres Vietnamitas. Con el nombre “Historia de la Feria” a través de cada período, esta exposición atrae a los visitantes por las actividades simples pero interesantes del zoco de Hanoi.

Lo característico de la la exhibición “Historia de la feria” consiste en el empleo de sonidos modernos para hacer revivir la compraventa y el intercambio de concurrentes del viejo mercado, actual plaza y el deseo sobre su futuro.

En el escenario del antiguo baratillo se colocan los objetos conocidos como cestas, canastas y zarandas sobre pajas. Al entrar en esta sala, los visitantes de mayor edad se impacientan, evocando la concurrencia en el pasado cuando seguían a sus madres al mercado. Nguyen Kim Hanh recordó: “El zoco en el pasado era cálido y los concurrentes eran moderados. Los clientes podían comprar productos y comían pasteles, caña de azúcar y frutas. Al regresar a su casa, traían mercancías en soportes colgantes o en una bolsa de juncos en el hombro con una caña como palanca.”

En el rincón del mercado actual se presentan productos secos y puestos de venta de té en un espacio conocido, lleno de colores. En la “futura plaza” los viajeros pueden expresar sus reflexiones y opiniones sobre las actividades de comercio. En esta exhibición los visitantes pueden llevar en sus hombros los soportes colgantes de mimbres del pasado o pesar maíz y arroz mediante la medida de áridos.

Efervescente es el ambiente característico de la plaza, ya que ésta existe y se desarrolla acorde al ritmo de la vida de la ciudad. Actualmente numerosas ferias en Hanoi ya no existen y se han convertido en centros de comercio, sin embargo, aún forman parte de las memorias de la ciudad. Sigrid Wertheim, turista italiana, observó atentamente cada objeto y se mostró muy interesada al ver documentales de archivo sobre los cambios de los feriales hanoyenses a través de cada etapa. “Me gusta mucho esta exposición. El ambiente del mercado es muy animado con muchos olores, ayudando a los concurrentes a percibir la vida cotidiana. Hay muchas cosas interesantes de la feria, diferentes al supermercado, ya que hablar del supermercado es referirse a la compraventa de mercancías y comidas, mientras la plaza es un lugar de intercambio y encuentro de la gente. Veo que el baratillo forma parte importante de la vida en Vietnam, en especial, en Hanoi”, compartió Sigrid.

La feria rural con tiendas de hojas, mesas de bambú y madera, y productos característicos de zonas campestres del Norte en el Museo de Mujeres de Vietnam, parece un regalo a las amas de casa. El aroma de tortas y manjares típicos seducen a los visitantes. Le Thi Thu, residente de la provincia de Hung Yen, compartió: “Me interesan todas las cosas. Las comidas son sabrosas y las vendedoras son acogedoras y alegres. El mercado rural reproduce todos los detalles de la vieja concurrencia y puedo ver las actividades comerciales desde el pasado hasta el presente. Por ello, me gusta mucho.”

Por su parte, Bui Van Doan, habitante del barrio de Hoa Lu, Hanoi, dijo: “Al visitar el zoco rural me siento muy emocionado, porque aquí los mayores como yo podemos evocar nuestro pasado. Especialmente esta feria tiene como finalidad apoyar y ayudar a las mujeres pobres en el campo. Por ello, al escuchar esta información muchos amigos míos y yo respondemos asistiendo.”

La exhibición “Historia del Mercado” y la “Feria rural” han reafirmado que el mercado de Hanoi forma parte de su historia y cultura. Aunque son bulliciosos o se reúnen a veces en lugares inadecuados con la planificación urbana, los baratillos constituyen actividades indispensables en la vida de los vietnamitas en general y los capitalinos en particular.