Como de costumbre, a las 6 de la tarde de los lunes, miércoles y viernes, Tran Nguyen Ton, estudiante del cuarto año de la Facultad de Ciencia Electrónica y Telecomunicaciones de la Universidad Nacional de Hanói, llega al centro Pace Kickboxing & Fitness para practicar el kickboxing, un arte marcial que apareció por primera vez en Vietnam después de los Juegos Asiáticos Bajo Techo y Artes Marciales de 2009 en esta nación. En un espacio de 300 metros cuadrados, Ton y otros alumnos tanto vietnamitas como extranjeros prestan plena atención a los ejercicios del golpe y la patada del karate, Muay Thai y boxeo, tres deportes de combate que forman el actual kickboxing.

El director ejecutivo Ninh Cong Giang (camisa blanca) y el personal del centro  Pace Kickboxing & Fitness (Foto:  Pace Kickboxing & Fitness)

El joven dijo lo siguiente: “Las artes marciales nos ayudan a respirar correctamente, un factor clave para mejorar la salud. Cuando estudian mucho, los alumnos se sienten agobiados y no piensan en practicar ejercicios, lo que debilita la constitución física y dificulta así el estudio”.

En otro rincón del centro de dos plantas diseñadas para practicar el kickboxing y Muay Thai, el mexicano Mauricio Carlos Quevedo, piloto de la aerolínea vietnamita Bamboo Airways, consolida la capacidad de combate bajo la instrucción del entrenador. Persiste en mejorar los movimientos para ser más ágil y capaz de esquivar los golpes y las patadas y contraatacar al rival. Según cuenta, cuando trabajaba en su país natal, jugaba al fútbol americano y ahora busca otro deporte igual de fuerte.

“El fútbol americano es un deporte en equipo. Entonces se practica con mucha gente. Es un deporte de igual alto impacto, muy fuerte en el golpe, más rápido. El kickboxing es algo más personal y me ayuda a mejorar mi constitución física. Aunque no llevo mucho, dos meses, me siento mejor”, dijo.

Una practicante en el centro  Pace Kickboxing & Fitness (Foto: Pace Kickboxing & Fitness)

Aunque es un deporte que requiere mucha fuerza, el kickboxing atrae a numerosas practicantes.

Daniel Cooper expresó: “El kickboxing requiere reflejos más rápidos y se concentra más en los golpes. Este deporte es bueno para reforzar el músculo abdominal y bajar el peso. Me ayuda a recuperar la energía en el trabajo y aliviar el estrés. Después de cada clase me siento mejor y puedo pensar más claramente”.

Pham Thi Nhu Trang dijo: “Trabajo mucho en posición de pie, y se me cargan mucho las piernas. El kickboxing me ayuda a evitar la tendinitis. Ahora puedo defender, contraatacar y vencer las amenazas en la vida”.

Según Ninh Cong Giang, director ejecutivo y entrenador del centro, aunque las alumnas no tienen tanta fuerza como los alumnos, prevalecen con su resistencia. Los varones practican a un ritmo más acelerado y a veces no lo hacen con exactitud, mientras las muchachas avanzan lenta pero correctamente.

“Todas las artes marciales son efectivos, pero el kickboxing es más accesible y práctico y ayuda a los practicantes a mejorar rápidamente su cuerpo. Es la razón por la cual nuestro centro se denomina ‘Pace’ en inglés, que significa velocidad. Esto quiere decir que todos los pasos deben ser acelerados para compensar las insuficiencias de las artes marciales tradicionales que requieren más tiempo y esfuerzos, lo que desafía la paciencia de los practicantes”, evaluó Giang

 

Para garantizar el progreso de los alumnos, los entrenadores del centro deben diseñar ejercicios para cada practicante. De acuerdo con la entrenadora Dam Thi Thanh Huyen, el mayor reto reside en comprender la psicología diaria de los alumnos para ayudarlos a profundizarse en las prácticas. Para quienes tienen problemas de salud, el entrenador To Quang Nang informó: “Algunos alumnos tienen problemas de espalda, y a otros, debido a su trabajo en la oficina, les duele el cuello, los hombros, las rodillas y la espalda. Diseño ejercicios específicos para que mejoren. Para quienes sufren enfermedades cardiovasculares, no les dejamos practicar con mucha fuerza porque podrían marearse e incluso se desmayarse. Les enseño a practicar ejercicios ligeros y aceleramos paulatinamente el ritmo”.

Con la experiencia y el entusiasmo de cerca de 30 entrenadores del centro, la mayoría de los alumnos mejoran su estado de salud y tienen un cuerpo más moldeado y tonificado después de un mes de práctica. ¿Si tuvierais la oportunidad de residir en Hanói, os gustaría practicar el kickboxing? Quienes estén interesados en este deporte pueden apuntarse en el centro Pace Kickboxing & Fitness, número 52/52 de la calle To Ngoc Van. Abre desde las 6 de la mañana hasta las 10 de la noche todos los días, hay tres clases a la semana y cada una dura 60 minutos. El precio es de 1,8 millones de dongs (77,6 dólares) al mes.

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