A partir de las 4 de la tarde, el restaurante Sonrisa de Shinbi, situado al final de la avenida de Chu Van An y frente al hospital K (en Tan Trieu, distrito de Thanh Tri) comienza a atender a los clientes. Ellos son en su mayoría pacientes de cáncer y sus familiares, así como trabajadores en situación de precariedad.

Los propietarios del local y voluntarios les dan una calurosa bienvenida con abiertas sonrisas, saludos cordiales y comidas calientes, sabrosas y nutritivas por solo 2 mil dongs, apenas 10 centavos de dólar.

Cada día el restaurante sirve entre 150 y 200 raciones, incluidas las 30 destinadas al Departamento de Pediatría del hospital K. De acuerdo con Nguyen Van Hai, cocinero de Sonrisa de Shinbi, las recetas varían según la jornada, pero siempre son muy completas y nutritivas con arroz, legumbres, pescado, carne y postres.

“Este restaurante es muy especial, no como los otros populares, ya que atiende a los pacientes, sus familiares y personas necesitadas. Quiero ofrecerles comidas menos costosas, pero frescas y nutritivas. Lo que más me gusta es que me dicen: Es rica la comida”, expresó Hai.

Los voluntarios preparan las comidas para los comensales. (Foto: VOV)

El restaurante, cuyo precursor se llama Yen vui Tan Trieu, del fondo Bong Sen, activo desde junio de 2021, actualmente está bajo la administración de Vo Tien Lam, de 45 años, y su esposa, Nguyen Tra My, de 37 años, residentes en el distrito capitalino de Thanh Xuan. De ser voluntarios de Yen vui Tan Trieu en el tiempo de la pandemia de covid-19, pasaron a ser dueños del renovado restaurante, con la misma misión de brindar apoyo a los necesitados, gracias a una valiosa asistencia financiera de un amigo que trabaja en el sector de odontología.

Lam compartió: “Siempre les digo a las personas que nos acompañan trabajando en este restaurante que lo consideren como su propia tienda. Debemos determinar que vamos a recorrer juntos un largo camino, no sólo durante uno, tres o seis meses, o un año. Respondiendo a mi llamamiento, siguen acompañándome y hasta ahora todo marcha bien”.

Quienes se suman a esta causa de la pareja de Lam y My comprenden la significación de lo que hacen. Son vecinos o personas desconocidas que se unen en un trabajo común para ayudar a los menesterosos. Una de los voluntarios es Do Thi Lan Anh, radicada en el distrito de Thanh Xuan, vendedora de una tienda de alimentos limpios.

Brillantes sonrisas de los pacientes al recibir comidas. (Foto: VOV)

“Las retroalimentaciones las recibo frecuentemente. Los comensales nos agradecen por las comidas y dicen que tienen el sabor de las de la familia. Estoy muy feliz de dar algo de mí para hacer que esas personas necesitadas se sientan contentas”, manifestó Lan Anh. 

A su vez, Nguyen Tra My, esposa de Tam, dejó saber: “Durante un mes, desde la apertura de mi restaurante, muchas personas de las provincias de Gia Lai y Bac Ninh nos han enviado arroz y diariamente de Hanói nos llegan alimentos y condimentos en ayuda. No necesitamos publicidad, pero mucha gente conoce lo que estamos haciendo en apoyo a las personas desfavorecidas”.

Ante la solidaridad y el amor de los propietarios y los voluntarios, después de comer en el restaurante, familiares de los pacientes se quedan para ayudar en la limpieza de platos y el aseo. La señora Nguyen Thi Binh, cuyo familiar está recibiendo tratamiento médico en el hospital K de Tan Trieu, expresó: “Vengo a ayudar a elaborar comidas para los pacientes. Si se alimentan bien pronto se recuperarán y mi familiar también. Quiero dar una mano, ya que aquí hay pocos trabajadores, mientras que la labor es ardua, con una gran cantidad de clientes”.

Pese a haberse establecido hace poco más de un mes, el 9 de marzo, son infinitas las palabras de agradecimiento y las sonrisas de los pacientes y sus familiares expresadas a sus dueños. Es esta una motivación para que la pareja Lam-My y los voluntarios sigan con pasos firmes en su labor humanitaria.